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El sonido del arcoiris

Maria Jose

Miembro Conocido
Acababa de terminar de llover, el campo estaba empapado pero no tanto como para llegar a ser un barrizal, la nube no vino muy cargada y al ser las horas que eran, las cinco de la tarde en un día primaveral, el sol continuó brillando. Manolito y su hermano Rafael encontraron la ocasión perfecta para salir a coger caracoles. Pidieron permiso a su madre, permiso que les fue otorgado y salieron con una bolsa de plástico cada uno. La huerta de lechugas resplandecía salpicada de gotas.
-Caracol, col, col, saca los cuernos al sol- cantaban, y miraban debajo de las hojas.
-Ni un caracol a la vista, me parece que han zarpado en alguna hoja seca, Rafa.- El pequeño asentía con la cabecita.
-Mira Manolito- le dijo a su hermano grande apuntando con un dedo al cielo.
¡Anda! si es el arcoíris -contestó-
No, es un arpa, no ves que tiene cuerdas.
-Un arpa va a ser...estás tonto, además, qué sabrás tú lo que es un arpa...¿cuántas arpas has visto?
-¿Yo?- dudó- ...dos, -sacó dos dedos- una en un cuento y la otra en la tele y tienen cuerdas como esas, lo que pasa es que no son de colores.
Los dos niños se quedaron mirando detenidamente el arcoíris, los caracoles pasaron automáticamente a un segundo plano.
-Oye Manolito, ¿y si las cogemos?...mira, terminan detrás de ese árbol, está cerca, ¡vamos!.
-No, está muy lejos, eso te lo hace la vista, el arcoíris no tiene final.
-Pues yo lo quiero coger- y se adelantó caminando él sólo derecho al árbol donde creía que estaba.
-¡Rafael!, hazme caso o se lo digo a mamá, vuelve- pero el pequeño hacía oídos sordos a las amenazas de su hermano. Cuando se acercó al árbol que suponía estaba delante del arcoíris escuchó el trinar de unos pajarillos y se detuvo en seco.
Manolitooo -gritó- ven. -el hermano se acercó
- ¿oyes eso?
-Sí, son pajaritos.
-Noo, es el arpa que está sonando, ahora no lo podemos coger -dijo el pequeño con los brazos en jarras. ¿Pero ves como era verdad?
-Anda, vamos, pequeñuelo, -le dijo el hermano tomándolo de la mano y removiéndole los cabellos.
Y los dos emprendieron la vuelta a casa con una cosa muy importante que contar.
 

Maria Jose

Miembro Conocido
Hermosa prosa, María Jose, muy linda, creí que ya te había leído cariño, placer pasar por tu prosa, Besos Mil.
Y no estabas equivocada, Amelia, pero me confundí y publiqué dos, Daniel ha tenido la amabilidad de pasarlo aquí. Agradezco mucho tu lectura y la bonita huella de tu paso. Mil y un besitos.
 

MARIPOSA NEGRA

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excelente cuento María José, no hay nada en este mundo que se compare a la imaginación y capacidad de asombro de un niño, un enorme placer leerte, besos
 

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