JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Ascendí hasta la cima
con un paso agotador.
Me encaramé a la roca
más alta, más erguida,
y desde allí observé
el mundo a mis pies.
Llené mi alma del silencio,
del cielo infinito,
y disfruté del suave planear
del águila en su reino,
del aire puro azotando mi cara,
de las siluetas de las montañas
difuminadas por la lejanía.
Acaricié la soledad
con la pasión del enamorado
como un tesoro
recién desenterrado.
Nada había en mi mente
pues estaba copada
de la sencillez y belleza.
Me sentí grande
como un Titán
con el mundo a mis pies
y mi soledad por bandera.
con un paso agotador.
Me encaramé a la roca
más alta, más erguida,
y desde allí observé
el mundo a mis pies.
Llené mi alma del silencio,
del cielo infinito,
y disfruté del suave planear
del águila en su reino,
del aire puro azotando mi cara,
de las siluetas de las montañas
difuminadas por la lejanía.
Acaricié la soledad
con la pasión del enamorado
como un tesoro
recién desenterrado.
Nada había en mi mente
pues estaba copada
de la sencillez y belleza.
Me sentí grande
como un Titán
con el mundo a mis pies
y mi soledad por bandera.