Blanca Hernandez
Miembro Conocido
La noche se va cerrando , cual capullo
en dos espigas de plata, se refleja,
noche de torsos yacentes, inmutables
por donde correrá el agua de la fuente.
Allí juegan y dormitan, sustentado
las mariposas, con sus estocadas
hay sábanas de terciopelo blancas,
revueltas sobre fulgores de encaje.
Entre inciensos en humo, quemado
quedaron palabras, en gargantas
y los luceros se han pronunciado,
en zafiros, de negras esperanzas
Y esparcido por el denso aire
el cielo total, se ha derramado
el sol calienta total, sembrando,
muchos ruiseñores en las ramas.
Quizás una nueva vida comienza
al comenzar una nueva mañana,
hay dos maniquíes, dormidos
sobre el cristal, de la almohada blanca
en dos espigas de plata, se refleja,
noche de torsos yacentes, inmutables
por donde correrá el agua de la fuente.
Allí juegan y dormitan, sustentado
las mariposas, con sus estocadas
hay sábanas de terciopelo blancas,
revueltas sobre fulgores de encaje.
Entre inciensos en humo, quemado
quedaron palabras, en gargantas
y los luceros se han pronunciado,
en zafiros, de negras esperanzas
Y esparcido por el denso aire
el cielo total, se ha derramado
el sol calienta total, sembrando,
muchos ruiseñores en las ramas.
Quizás una nueva vida comienza
al comenzar una nueva mañana,
hay dos maniquíes, dormidos
sobre el cristal, de la almohada blanca
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