Juan Carlos Heras Espada
Miembro Conocido
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Envuelta de luz, resplandeciente y bajo el brillo del alto sol,
tras el verde que brota de altos y frondosos árboles
asoman cúpulas de entre los empedrados muros
que bañan vigilantes las silenciadas mansas aguas del Ebro.
Musa a los pies de la Santa Madre de manto blanco
que tras los grises muros dormida escucha y observa
haya sol o haya luna, haya nublo o claro
o haya oscuridad con o sin estrellas.
¡Allí, sí, allí está!, es mi Virgen del Pilar,
allí desde su Santa Basílica hermosa y bella,
ella siempre, siempre observa y en clara luz se refleja.
Envuelta de luz, resplandeciente y bajo el brillo del alto sol,
tras el verde que brota de altos y frondosos árboles
asoman cúpulas de entre los empedrados muros
que bañan vigilantes las silenciadas mansas aguas del Ebro.
Musa a los pies de la Santa Madre de manto blanco
que tras los grises muros dormida escucha y observa
haya sol o haya luna, haya nublo o claro
o haya oscuridad con o sin estrellas.
¡Allí, sí, allí está!, es mi Virgen del Pilar,
allí desde su Santa Basílica hermosa y bella,
ella siempre, siempre observa y en clara luz se refleja.
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