Paloma Pérez
Moderadora del Foro Poesía Infantil
A medida que pasa el tiempo
envejecemos juntos,
se arrugan nuestras frentes,
surgen canas en nuestros cabellos
y nos cogemos de las manos
para caminar por el camino de la vida.
Yo miro tu sonrisa, tú mi tristeza,
resistimos el declive de nuestra salud,
ver perder nuestras facultades intelectuales,
entorpecerse nuestros andares.
Vemos el futuro de nuestros hijos,
nacer y crecer nuestros nietos,
compartir nuestras pequeñas cosas con decoro,
no necesitamos tener dinero sino AMOR.
El tiempo transcurre con rapidez,
poco a poco se cierran las ventanas de la vida,
recordamos nuestras historias pasadas,
nos preguntamos ¿Seguiremos juntos o nos olvidamos?
Juntos vemos amanecer la mañana,
los rayos de sol iluminan nuestra casa,
vemos brillar las estrellas de la noche,
mientras descansamos en nuestros lechos.
Nuestro amor perdurará,
hasta vernos convertidos en cenizas,
descansando juntos en las tumbas.
Encendemos con cerillas día tras día
nuestros corazones
y cuando se apaguen las llamas
volveremos a prender las cerillas
hasta que exhalemos el último suspiro.
envejecemos juntos,
se arrugan nuestras frentes,
surgen canas en nuestros cabellos
y nos cogemos de las manos
para caminar por el camino de la vida.
Yo miro tu sonrisa, tú mi tristeza,
resistimos el declive de nuestra salud,
ver perder nuestras facultades intelectuales,
entorpecerse nuestros andares.
Vemos el futuro de nuestros hijos,
nacer y crecer nuestros nietos,
compartir nuestras pequeñas cosas con decoro,
no necesitamos tener dinero sino AMOR.
El tiempo transcurre con rapidez,
poco a poco se cierran las ventanas de la vida,
recordamos nuestras historias pasadas,
nos preguntamos ¿Seguiremos juntos o nos olvidamos?
Juntos vemos amanecer la mañana,
los rayos de sol iluminan nuestra casa,
vemos brillar las estrellas de la noche,
mientras descansamos en nuestros lechos.
Nuestro amor perdurará,
hasta vernos convertidos en cenizas,
descansando juntos en las tumbas.
Encendemos con cerillas día tras día
nuestros corazones
y cuando se apaguen las llamas
volveremos a prender las cerillas
hasta que exhalemos el último suspiro.
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