Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
No te lamentes de envejecer,
porque es, sin duda, gran privilegio,
es un regalo que tiene el ser,
algo sagrado, grandioso y regio.
Entre la infancia, con la vejez,
hay un instante llamado vida,
ese trayecto que es a la vez
en nuestro pecho llama encendida.
Sumar las canas, cumplir los años,
debe ser siempre inmensa alegría,
de haber subido duros peldaños
que se pusieron en nuestra vía.
Esa alegría que da sustento
a la experiencia que se consiga,
es el más sabio y puro cimiento
que la conciencia gustosa abriga.
Sendas de arrugas que nos recuerdan
donde han estado nuestras sonrisas,
para que nunca jamás se pierdan
y no se queden por siempre omisas.
Hay que dar gracias de haber cumplido
años que dejan profundas huellas,
porque en sus plazos ellos han sido
los que han traído cosas muy bellas.
Porque pudimos vivir momentos
con las personas que más amamos,
mostrando todos los sentimientos
que en nuestros pechos atesoramos.
porque es, sin duda, gran privilegio,
es un regalo que tiene el ser,
algo sagrado, grandioso y regio.
Entre la infancia, con la vejez,
hay un instante llamado vida,
ese trayecto que es a la vez
en nuestro pecho llama encendida.
Sumar las canas, cumplir los años,
debe ser siempre inmensa alegría,
de haber subido duros peldaños
que se pusieron en nuestra vía.
Esa alegría que da sustento
a la experiencia que se consiga,
es el más sabio y puro cimiento
que la conciencia gustosa abriga.
Sendas de arrugas que nos recuerdan
donde han estado nuestras sonrisas,
para que nunca jamás se pierdan
y no se queden por siempre omisas.
Hay que dar gracias de haber cumplido
años que dejan profundas huellas,
porque en sus plazos ellos han sido
los que han traído cosas muy bellas.
Porque pudimos vivir momentos
con las personas que más amamos,
mostrando todos los sentimientos
que en nuestros pechos atesoramos.
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