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"Errores"

Araciel Abaddon..jpg
Los errores enseñan,
los horrores espantan,
y de cada uno, cambia
uno de estancia.


No gusta fallar ni
equivocar tu actuar,
pues el orgullo da
que desear.


Somos únicos y no
podemos destapar este
orgullo, pues mal nos
sabe ya volver a
empezar, aprender
de nuevo a tratar
con la verdad.


No se debe desesperar
si de pequeño no te
supieron enseñar, o
tal vez atención no
quisiste poner, de
aprender a tiempo
y así satisfacción
tener sin orgullo
que padecer.


Cuando el horror
llega a nuestros corazones,
es por que del mal
y la violencia, no queremos
ser merecedores, pues
no es un premio ni satisfacción
matar a alguien que corre
sangre por sus venas igual
que tu.


La violencia engendra
violencia, y todo aquel
que vive de ella, solo
merece desprecio y ser
apartado de la sociedad,
y solo dejar con otros
como el, y se maten entre
ellos y desaparecer.


Se aprende de los errores
pero no se curan los males,
ni la maldad, nacida del
mal de una madre y un padre
que son iguales, que
en basura se convierten
para la sociedad que
contaminan con sus males.


Las leyes solo esperan
a que ocurra el mal para
detener y castigar,
cuando la verdadera ley
seria evitar el mal
antes de que este ocurra,
pues se sabe donde se
cría y se alimenta esa
maldad, y mientras se
espera, alguien caerá
sin merecer tal horror
que nadie busco.
LEY, CAMBIA TU MANERA
DE CASTIGAR Y DEFIENDE
MAS Y ASÍ MENOS SANGRE
INOCENTE CORRERA, DONDE
TU ESPERAS PERDIENDO
VIDAS INOCENTES SIN PARAR.


Araciel Abaddon.


Todos los derechos reservados
del Autor de la obra.
 

Tony_Drüms

Miembro Conocido
Los errores enseñan,
los horrores espantan,
y de cada uno, cambia
uno de estancia.


No gusta fallar ni
equivocar tu actuar,
pues el orgullo da
que desear.


Somos únicos y no
podemos destapar este
orgullo, pues mal nos
sabe ya volver a
empezar, aprender
de nuevo a tratar
con la verdad.


No se debe desesperar
si de pequeño no te
supieron enseñar, o
tal vez atención no
quisiste poner, de
aprender a tiempo
y así satisfacción
tener sin orgullo
que padecer.


Cuando el horror
llega a nuestros corazones,
es por que del mal
y la violencia, no queremos
ser merecedores, pues
no es un premio ni satisfacción
matar a alguien que corre
sangre por sus venas igual
que tu.


La violencia engendra
violencia, y todo aquel
que vive de ella, solo
merece desprecio y ser
apartado de la sociedad,
y solo dejar con otros
como el, y se maten entre
ellos y desaparecer.


Se aprende de los errores
pero no se curan los males,
ni la maldad, nacida del
mal de una madre y un padre
que son iguales, que
en basura se convierten
para la sociedad que
contaminan con sus males.


Las leyes solo esperan
a que ocurra el mal para
detener y castigar,
cuando la verdadera ley
seria evitar el mal
antes de que este ocurra,
pues se sabe donde se
cría y se alimenta esa
maldad, y mientras se
espera, alguien caerá
sin merecer tal horror
que nadie busco.
LEY, CAMBIA TU MANERA
DE CASTIGAR Y DEFIENDE
MAS Y ASÍ MENOS SANGRE
INOCENTE CORRERA, DONDE
TU ESPERAS PERDIENDO
VIDAS INOCENTES SIN PARAR.
Buen trabajo Araciel, buen riesgo. Te saluda, y te valora, Tony.
 

Maese Josman

********
Araciel, buen trabajo, buena demanda y buena reflexión de lo que ocurre por doquier en cualquier país de este mundo en constante degradación, la ley es para defender al atacado, al maltratado, al amenazado, al robado y prevenir y erradicar el mal asesino que se ejercen en nuestras calles de cualquier ciudad del mundo. ¿De que vale un castigo ejemplarizante a quien sesgo una vida con la guadaña de su sinrazón? ¿de qué? si aquél que murió ya no volverá a disfrutar de la vida. Por ello te doy la razón, prevenir antes que curar pues la cura es un parche que a nadie complace pues su ser querido se perdió en el cielo de los inocentes sin aviso ni billete.
Muy bien realizado, recibe mi felicitación por tu denuncia la cual comparto. Un abrazo de tu amigo de tierras del Quijote José Manuel.
 
Ver el archivo adjunto 2320
Los errores enseñan,
los horrores espantan,
y de cada uno, cambia
uno de estancia.


No gusta fallar ni
equivocar tu actuar,
pues el orgullo da
que desear.


Somos únicos y no
podemos destapar este
orgullo, pues mal nos
sabe ya volver a
empezar, aprender
de nuevo a tratar
con la verdad.


No se debe desesperar
si de pequeño no te
supieron enseñar, o
tal vez atención no
quisiste poner, de
aprender a tiempo
y así satisfacción
tener sin orgullo
que padecer.


Cuando el horror
llega a nuestros corazones,
es por que del mal
y la violencia, no queremos
ser merecedores, pues
no es un premio ni satisfacción
matar a alguien que corre
sangre por sus venas igual
que tu.


La violencia engendra
violencia, y todo aquel
que vive de ella, solo
merece desprecio y ser
apartado de la sociedad,
y solo dejar con otros
como el, y se maten entre
ellos y desaparecer.


Se aprende de los errores
pero no se curan los males,
ni la maldad, nacida del
mal de una madre y un padre
que son iguales, que
en basura se convierten
para la sociedad que
contaminan con sus males.


Las leyes solo esperan
a que ocurra el mal para
detener y castigar,
cuando la verdadera ley
seria evitar el mal
antes de que este ocurra,
pues se sabe donde se
cría y se alimenta esa
maldad, y mientras se
espera, alguien caerá
sin merecer tal horror
que nadie busco.
LEY, CAMBIA TU MANERA
DE CASTIGAR Y DEFIENDE
MAS Y ASÍ MENOS SANGRE
INOCENTE CORRERA, DONDE
TU ESPERAS PERDIENDO
VIDAS INOCENTES SIN PARAR.


Araciel Abaddon.


Todos los derechos reservados
del Autor de la obra.
Hermoso trabajo, querida poeta. A reflexionar en la vida. Me encantó leerte. Saludos.
 

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