Mariana Cuaspa
Miembro Conocido
Que ha visto despeinarse la luna
en sus largas noches de insomnio
y ha remendado sus sueños
por haberlo vivido todo.
Noche a noche deshoja sus esperanzas.
Esa mujer: la que batalla
una y mil veces
por ver crecer lo que es suyo.
Ahí está la que va durmiendo en un suspiro
pesares que ya no quiere
y demente mira la distancia.
Con un obsoleto desdén
quiere solucionarlo todo.
La mujer que busca en los retazos de un recuerdo
la vida que ya vivió
y dibuja en un suspiro
lo que tuvo y ya no tiene.
Ahí está la amiga, la esposa,
la amante, la hija. ¡La madre!
Vistiendo en un crepúsculo su soledad,
miles de silencios latiendo.
En silencio lo arregla todo.
Ahí está, ella es la mujer
que atesora en el temblor de un perfume
de una rosa que se secó
y reverencia su obligación
como un sacramento de amor.
en sus largas noches de insomnio
y ha remendado sus sueños
por haberlo vivido todo.
Noche a noche deshoja sus esperanzas.
Esa mujer: la que batalla
una y mil veces
por ver crecer lo que es suyo.
Ahí está la que va durmiendo en un suspiro
pesares que ya no quiere
y demente mira la distancia.
Con un obsoleto desdén
quiere solucionarlo todo.
La mujer que busca en los retazos de un recuerdo
la vida que ya vivió
y dibuja en un suspiro
lo que tuvo y ya no tiene.
Ahí está la amiga, la esposa,
la amante, la hija. ¡La madre!
Vistiendo en un crepúsculo su soledad,
miles de silencios latiendo.
En silencio lo arregla todo.
Ahí está, ella es la mujer
que atesora en el temblor de un perfume
de una rosa que se secó
y reverencia su obligación
como un sacramento de amor.