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Espejo vacío

Espejo vacío


Es octubre, quiebra la soledad.
El otoño no se ha desvanecido,
la playa, sin permiso...
El cielo despojado de sol.
Aquí estoy sin mis afectos
necesitando el sosiego perezoso,
pensando todo en torbellino.
Sólo presente, sólo mañana.

Con galones de dulce néctar, brindar,
aquieto el corazón para esperar
a quien no se ha cruzado en mi camino.
Como esta primavera
estoy sin sol embravecido,
como ella espero al Príncipe
preludio de mis sueños
sin espada, ni castillo.

Vibre mi cuerpo estremecido
ante el candil de su mirada,
en mi ventana desierta,
se iluminen mis pupilas
y mi cuerpo sea tibia carne.
Mis ojos volverán a ser grandes y verdes
si revolotea su esperanza en mis sentidos.
Azules, si riega pétalos de lirios en mi espíritu.

Tengo un resplandor para entregar
a un dulce sueño...
Quizá pasó presuroso
sin advertir mi espejo vacío.


Matilde Maisonnave (2007)
 
Brilla ante tu espejo de cristal el reflejo de un amor anhelante al que invocan tus versos estremecidos de melancolía y soledad, y aun así dentro del otoño llenos de primavera y belleza, ha sido un placer disfrutar del dulce néctar de tu inspiración por galones , besos para ti y rayitos de luna Matilde
; )
 
Brilla ante tu espejo de cristal el reflejo de un amor anhelante al que invocan tus versos estremecidos de melancolía y soledad, y aun así dentro del otoño llenos de primavera y belleza, ha sido un placer disfrutar del dulce néctar de tu inspiración por galones , besos para ti y rayitos de luna Matilde
; )

¡Muchas gracias mi querida caracolinha por dejarme tu hermosa huella!

Besos de luna desde mi bosque otoñal, amiga poeta.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Espejo vacío


Es octubre, quiebra la soledad.
El otoño no se ha desvanecido,
la playa, sin permiso...
El cielo despojado de sol.
Aquí estoy sin mis afectos
necesitando el sosiego perezoso,
pensando todo en torbellino.
Sólo presente, sólo mañana.

Con galones de dulce néctar, brindar,
aquieto el corazón para esperar
a quien no se ha cruzado en mi camino.
Como esta primavera
estoy sin sol embravecido,
como ella espero al Príncipe
preludio de mis sueños
sin espada, ni castillo.

Vibre mi cuerpo estremecido
ante el candil de su mirada,
en mi ventana desierta,
se iluminen mis pupilas
y mi cuerpo sea tibia carne.
Mis ojos volverán a ser grandes y verdes
si revolotea su esperanza en mis sentidos.
Azules, si riega pétalos de lirios en mi espíritu.

Tengo un resplandor para entregar
a un dulce sueño...
Quizá pasó presuroso
sin advertir mi espejo vacío.


Matilde Maisonnave (2007)

La espera del amor a veces se torna en una bella melancolía,preciosos versos,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

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