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Estudio sobre la rima

José Luis Blázquez

JURADO - MODERADOR de los Foros de Poética Clásica
ESTUDIO SOBRE LA RIMA


Con relativa frecuencia, algo tan aparentemente sencillo como es la rima, plantea ciertas dudas no sólo a quienes se inician en este Arte, sino a poetas de reconocida valía y calidad incuestionable. Este estudio tiene por objeto intentar aclarar estos conceptos.

La primera y más importante división de la rima es la que la clasifica como consonante o asonante. La rima consonante exige la igualdad de sonidos –que no de letras- a partir de la última vocal acentuada. Todas las letras, incluidas las consonantes a partir de la última vocal acentuada, tienen que “sonar” igual. Por ejemplo: “primavera” con “esfera”. Del mismo modo, y debido a su sonido idéntico, son rima consonante “viva” con “arriba”, ya que aunque las consonantes son distintas (“v” y “b”), el sonido es el mismo. Una excepción a esta regla la constituyen las letras “c” y “z”, que en algunas regiones españolas, como Andalucía y Canarias, y en todos los países hispanoamericanos, se pronuncian como “s”. Un poema escrito por un autor originario de estas regiones que contenga palabras como “caza” y “brasa”, resulta incorrecto visualmente hablando, pero al ser declamado en voz alta por el poeta la rima es perfecta, puesto que pronuncia “casa” y “brasa”. Por eso es importante, al enjuiciar una obra, conocer la procedencia del autor, para no dar como inválido un poema que realmente no lo es (o no lo es del todo, para ser más exactos).

Mención importante merecen los plurales, que al rimar con palabras en singular rompen la consonancia y hace que dichas palabras rimen en asonante. Por ejemplo, “castillo” rima en asonante con “visillos”, porque la “s” del plural no cumple con la regla principal de la rima consonante: “igualdad de sonidos a partir de la última vocal acentuada”. Obviamente, no suena igual “castillo” que “visillos”. Tened esto siempre muy en cuenta.

Contra lo que inicialmente pudiera parecer, la rima asonante ofrece mucha mayor dificultad para su análisis que la consonante, debido a que hay que tener en cuenta las siguientes reglas:

1) Rima asonante es aquella en la que coinciden las vocales a partir de la última vocal acentuada. Por ejemplo: “tierra” con “siega”. Las vocales son las mismas, aunque las consonantes son distintas. En este caso, se dice que la rima es asonante en “ea”, que son las vocales que intervienen.
2) Las vocales débiles, o semivocales –la “u” y la “i”- que se encuentran en medio de dos vocales fuertes –la “a”, la “e” y la “o”- no se tienen en cuenta a la hora de establecer la rima en asonante. Por ejemplo, “llama” es rima asonante con “fragua”, porque la “u” de “fragua” no interviene en la rima. Del mismo modo, “alto” es asonante con “rancio”, porque la “i” de “rancio” no cuenta para la rima.
3) En las palabras esdrújulas, la vocal que se encuentra en la penúltima sílaba –sea de la clase que sea- no cuenta a efectos de la rima, por la fuerza que pierde a consecuencia del acento. Por ejemplo: “mármoles” rima en consonante con “frailes”, porque la “o” de “mármoles” no se cuenta, como tampoco interviene en la rima la “i” de “frailes”, por lo expuesto en el punto 2).
4) La siguiente regla ya es algo más difícil de asimilar: cuando la palabra acaba en una “i” átona se considera a efectos de rima como una “e”, ya que el sonido de ambas es muy cercano. Por ejemplo: “fértil” rima en asonante con “siempre”, ya que la “i” de “fértil” es átona, y acústicamente se asemeja a una “e”.
5) Mayor dificultad ofrece la última regla, al igualar el sonido de la “u” con el de la “o”, cuando la “u” es átona por encontrarse al final de la palabra. Por ejemplo: “espíritu” rima en asonante con “vívido”, al igualarse la “u” de “espíritu” con la “o” de “vívido”.

Como veis, la rima asonante, aparentemente más sencilla, ofrece en la práctica mucha mayor dificultad que la consonante a la hora de establecer si es correcta o no. Espero que mi modesto trabajo haya contribuido a despejar esas dudas que a veces nos asaltan cuando componemos o leemos un poema.

Un cariñoso saludo.

José Luis Blázquez
 
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Valeriya_B

Cuenta Cerrada
Gran ayuda Don José, gran ayuda, espero haya leído mi mensaje donde explico el bloqueo en Rusia hacia algunos servidores de europa y estados unidos. Me crearé uno en gmail para poder establecer contacto.
 

Severino Esteve

Miembro Conocido
ESTUDIO SOBRE LA RIMA


Con relativa frecuencia, algo tan aparentemente sencillo como es la rima, plantea ciertas dudas no sólo a quienes se inician en este Arte, sino a poetas de reconocida valía y calidad incuestionable. Este estudio tiene por objeto intentar aclarar estos conceptos.

La primera y más importante división de la rima es la que la clasifica como consonante o asonante. La rima consonante exige la igualdad de sonidos –que no de letras- a partir de la última vocal acentuada. Todas las letras, incluidas las consonantes a partir de la última vocal acentuada, tienen que “sonar” igual. Por ejemplo: “primavera” con “esfera”. Del mismo modo, y debido a su sonido idéntico, son rima consonante “viva” con “arriba”, ya que aunque las consonantes son distintas (“v” y “b”), el sonido es el mismo. Una excepción a esta regla la constituyen las letras “c” y “z”, que en algunas regiones españolas, como Andalucía y Canarias, y en todos los países hispanoamericanos, se pronuncian como “s”. Un poema escrito por un autor originario de estas regiones que contenga palabras como “caza” y “brasa”, resulta incorrecto visualmente hablando, pero al ser declamado en voz alta por el poeta la rima es perfecta, puesto que pronuncia “casa” y “brasa”. Por eso es importante, al enjuiciar una obra, conocer la procedencia del autor, para no dar como inválido un poema que realmente no lo es (o no lo es del todo, para ser más exactos).

Mención importante merecen los plurales, que al rimar con palabras en singular rompen la consonancia y hace que dichas palabras rimen en asonante. Por ejemplo, “castillo” rima en asonante con “visillos”, porque la “s” del plural no cumple con la regla principal de la rima consonante: “igualdad de sonidos a partir de la última vocal acentuada”. Obviamente, no suena igual “castillo” que “visillos”. Tened esto siempre muy en cuenta.

Contra lo que inicialmente pudiera parecer, la rima asonante ofrece mucha mayor dificultad para su análisis que la consonante, debido a que hay que tener en cuenta las siguientes reglas:

1) Rima asonante es aquella en la que coinciden las vocales a partir de la última vocal acentuada. Por ejemplo: “tierra” con “siega”. Las vocales son las mismas, aunque las consonantes son distintas. En este caso, se dice que la rima es asonante en “ea”, que son las vocales que intervienen.
2) Las vocales débiles, o semivocales –la “u” y la “i”- que se encuentran en medio de dos vocales fuertes –la “a”, la “e” y la “o”- no se tienen en cuenta a la hora de establecer la rima en asonante. Por ejemplo, “llama” es rima asonante con “fragua”, porque la “u” de “fragua” no interviene en la rima. Del mismo modo, “alto” es asonante con “rancio”, porque la “i” de “rancio” no cuenta para la rima.
3) En las palabras esdrújulas, la vocal que se encuentra en la penúltima sílaba –sea de la clase que sea- no cuenta a efectos de la rima, por la fuerza que pierde a consecuencia del acento. Por ejemplo: “mármoles” rima en consonante con “frailes”, porque la “o” de “mármoles” no se cuenta, como tampoco interviene en la rima la “i” de “frailes”, por lo expuesto en el punto 2).
4) La siguiente regla ya es algo más difícil de asimilar: cuando la palabra acaba en una “i” átona se considera a efectos de rima como una “e”, ya que el sonido de ambas es muy cercano. Por ejemplo: “fértil” rima en asonante con “siempre”, ya que la “i” de “fértil” es átona, y acústicamente se asemeja a una “e”.
5) Mayor dificultad ofrece la última regla, al igualar el sonido de la “u” con el de la “o”, cuando la “u” es átona por encontrarse al final de la palabra. Por ejemplo: “espíritu” rima en asonante con “vívido”, al igualarse la “u” de “espíritu” con la “o” de “vívido”.

Como veis, la rima asonante, aparentemente más sencilla, ofrece en la práctica mucha mayor dificultad que la consonante a la hora de establecer si es correcta o no. Espero que mi modesto trabajo haya contribuido a despejar esas dudas que a veces nos asaltan cuando componemos o leemos un poema.

Un cariñoso saludo.

José Luis Blázquez
Muy completo este artículo sobre las rimas, José Luís; y coincido en que las rimas asonantes albergan más dificultad de la que parece. Solo existen veinte rimas asonantes diferentes, ni una más ni una menos.

Un abrazo y agradecido por el aporte.
 

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