Jorge Toro
Miembro Conocido
La primera ocasión que fenecí
nadie pudo explicarse los motivos
se decía “murió porque los vivos
cierto día se mueren porque sí”.
A ninguno conté lo que sentí
cuando tú te marchaste de mi vida
ni las horas de angustia reprimida
que doblaron mis fuerzas y pujanzas
ni de como las fieras añoranzas
enterraron puñales en mi herida.
No escuchaste jamás de mi tristeza
porque nunca volví al campo santo
- si un amor se nos muere, el desencanto
se padece con fáctica entereza -.
Mas por siempre seguiste en mi cabeza
taladrando mis noches y mis días
y viví las instancias más umbrías
recordando momentos a tu lado
cuando fui tan feliz y tan amado
y no estaban mis manos tan vacías.
Al final no logré vencer la pena
y partí con anhelos de encontrarte
pues no acepto que ahora estés aparte
y es mi vida, sin ti, feroz condena.
Encontrarme contigo, mi azucena,
es el íntimo afán de mi deceso
porque quiero traerte de regreso
para hacerte de nuevo mi princesa
y si al fin fracasara en esa empresa
te tendré a mi lado hueso a hueso.
nadie pudo explicarse los motivos
se decía “murió porque los vivos
cierto día se mueren porque sí”.
A ninguno conté lo que sentí
cuando tú te marchaste de mi vida
ni las horas de angustia reprimida
que doblaron mis fuerzas y pujanzas
ni de como las fieras añoranzas
enterraron puñales en mi herida.
No escuchaste jamás de mi tristeza
porque nunca volví al campo santo
- si un amor se nos muere, el desencanto
se padece con fáctica entereza -.
Mas por siempre seguiste en mi cabeza
taladrando mis noches y mis días
y viví las instancias más umbrías
recordando momentos a tu lado
cuando fui tan feliz y tan amado
y no estaban mis manos tan vacías.
Al final no logré vencer la pena
y partí con anhelos de encontrarte
pues no acepto que ahora estés aparte
y es mi vida, sin ti, feroz condena.
Encontrarme contigo, mi azucena,
es el íntimo afán de mi deceso
porque quiero traerte de regreso
para hacerte de nuevo mi princesa
y si al fin fracasara en esa empresa
te tendré a mi lado hueso a hueso.