Maria Rial. issisora
Miembro Conocido
Fiesta del Corazón
El astro sideral de mi Apolo regresa...
¡Despierta el eros de mi alma!
Abre mi flor de afrodita.
Se desvanecen, los apéndices de la lobreguez,
si, los que aletean en el viento,
aletargando los sentidos.
¡Salen en estampida!
los que van tejiendo con sus tentáculos,
otra vaporosa nube vestida de tristeza.
¿Sabrán donde habita, el depositario de mi vertiente?
¿Por qué al amor, lanzan sus carnadas letales?
¿Acaso pueden pescar, entre esta lluvia de estrellas,
la pasión de la luz interna,
de estos ojos que le pertenecen?
¿Por qué quieren dormir mis sueños?
Será, para que sus tabúes, habiten cómodos,
y caigan sobre lagrimales soñolientos
las voces adormecidas...
¡Amado mío!
¿Acaso, quieren desterrar de poesía, la citara de tu amor?
La que le canta, al fuego vivo de cada latido,
de tu corazón iluminado.
La que baila contigo, donde todas las vertientes,
de las apasionadas auroras nacen...
¿Poesía, por qué quieren cerrar la comisura
de unos labios, nacidos para besarte?
Poesía, piel alma, esencia mía…
¡Brota el gozo del universo!
mientras, silenciosos fluimos...
Permite que el corazón, abarrotado de tu aroma,
desprenda su dulzor...
Quiero, vivir, con la fragancia,
que produce cada verso, de nuestras miradas.
Porque de nuestros versos...
¡Besos de cielo y tierra han nacido!
y las eternidades regadas de amor,
a la existencia le reverberan,
nuestras melodías, al recorrernos.
¿Será que nacimos amor, para regalarle a la eternidad,
nuestros encuentros?
Entonces amor, que derrita el logos,
estas níveas cúspides.
Que nuestra pasión, vida...
Deshiele las pieles,
y despierte,
la verdadera fiesta del corazón.
Que tus vertientes siderales, dancen en los cuerpos...
Que el océano cósmico, de nuestro gozo,
libere el fuego herviente, que de tus entrañas brota vida...
Que los desniveles de mi boca, tus montañas de amor sean...
Bendita lava divina...
Lengua encendida e iluminada por ti, amor.
Desciende sobre estos mares poéticos,
preña de luz y alegría, los cuatro horizontes...
Que tus caricias cielo mío,
viajen por los vientos, bañando de alma,
estos ojos, que de tanto amor, brotan para ti vida.
Mientras, dentro de nuestro pecho, se complementa,
en oro divino, nuestra dicha, el gozo de cada triunfo,
la paz que me posa, sobre tu pecho victorioso,
y sobre
tu corazón amor, sonrío...
A g r a d e c i d a
por regalarme
en
éxtasis
las prolongaciones,
de tus sabias descargas.
ALEGRIA
María Rial . Issisora
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