Jorge Toro
Miembro Conocido
Estas hambres que desatas
en mi boca y mis entrañas,
estas ansias tan extrañas
ora amargas, ora gratas…
Viven dentro cual fogatas
que me escaldan como fuego
y parecen triste ruego
de mi carne,deseosa
de tenerte aquí,preciosa,
y le des por fin sosiego.
Este fuego que me inflama
la cabeza y los instintos
me recuerda los distintos
episodios de este drama.
Es que mi alma pena y clama
cuando estás de mí distante
y no tengo ni un instante
en que pueda desterrar
tu manera de besar
y tu entrega como amante.
Solo sé que siento fuego
recorriéndome las venas
y unas ansias- mil cadenas -
de las que no me despego.
Y aunque pertinaz reniego
y me colma la impaciencia
cuando falta tu presencia…
Al final, mujer divina,
mi existencia se ilumina
al sentir tu amada esencia.
Apareces como diosa
te recibo entre mis brazos
y descubro en tus ojazos
una estela lujuriosa.
Con premura deliciosa
me desnudo, te desnudas
y con avideces crudas
nos tomamos incendiados,
por completo enamorados
y a mi cuerpo tú te anudas…
en mi boca y mis entrañas,
estas ansias tan extrañas
ora amargas, ora gratas…
Viven dentro cual fogatas
que me escaldan como fuego
y parecen triste ruego
de mi carne,deseosa
de tenerte aquí,preciosa,
y le des por fin sosiego.
Este fuego que me inflama
la cabeza y los instintos
me recuerda los distintos
episodios de este drama.
Es que mi alma pena y clama
cuando estás de mí distante
y no tengo ni un instante
en que pueda desterrar
tu manera de besar
y tu entrega como amante.
Solo sé que siento fuego
recorriéndome las venas
y unas ansias- mil cadenas -
de las que no me despego.
Y aunque pertinaz reniego
y me colma la impaciencia
cuando falta tu presencia…
Al final, mujer divina,
mi existencia se ilumina
al sentir tu amada esencia.
Apareces como diosa
te recibo entre mis brazos
y descubro en tus ojazos
una estela lujuriosa.
Con premura deliciosa
me desnudo, te desnudas
y con avideces crudas
nos tomamos incendiados,
por completo enamorados
y a mi cuerpo tú te anudas…
