Víctor
Moderador de Poesía Jocosa
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Contemplando en el jardín,
de las flores el rocío,
fui disipando mi hastío
al admirar un jazmín.
Y un canario saltarín,
luciendo bello atavío,
parecía un bello envío,
con su primoroso canto,
y bajo el celeste manto
fui disipando mi hastío.
Esas gotas cristalinas
que a veces parecen llanto,
contienen un dulce encanto
con refulgencias divinas.
Incluso entre las espinas,
se resbalan entretanto,
sin sufrir ningún quebranto,
ofreciendo lampos tersos;
por eso lo afirmo en versos:
contienen un dulce encanto.
Tienen fragmentos de cielo
y de soles reducidos,
que llegan a los sentidos,
con mensajes de consuelo.
Su belleza la pincelo,
expresando mis sonidos
al ritmo de mis latidos,
porque esos brillos acuosos,
son abalorios hermosos
que llegan a los sentidos.
Por su nítida frescura,
les brindo este canto mío,
lindas gotas de rocío
que mi poema procura.
Tienen en su contextura,
también la esencia de un río,
en donde mi voz alío,
intentando la elocuencia,
poniendo en cada secuencia,
lindas gotas de rocío.
de las flores el rocío,
fui disipando mi hastío
al admirar un jazmín.
Y un canario saltarín,
luciendo bello atavío,
parecía un bello envío,
con su primoroso canto,
y bajo el celeste manto
fui disipando mi hastío.
Esas gotas cristalinas
que a veces parecen llanto,
contienen un dulce encanto
con refulgencias divinas.
Incluso entre las espinas,
se resbalan entretanto,
sin sufrir ningún quebranto,
ofreciendo lampos tersos;
por eso lo afirmo en versos:
contienen un dulce encanto.
Tienen fragmentos de cielo
y de soles reducidos,
que llegan a los sentidos,
con mensajes de consuelo.
Su belleza la pincelo,
expresando mis sonidos
al ritmo de mis latidos,
porque esos brillos acuosos,
son abalorios hermosos
que llegan a los sentidos.
Por su nítida frescura,
les brindo este canto mío,
lindas gotas de rocío
que mi poema procura.
Tienen en su contextura,
también la esencia de un río,
en donde mi voz alío,
intentando la elocuencia,
poniendo en cada secuencia,
lindas gotas de rocío.
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