isidro4755parra@gmail.com
Miembro Conocido
Yo he visto caminando entre las bellas flores
a una triste doncella cantando a sus amores.
He visto blanca espuma jugar entre las olas
y pájaros pescando en la quietud del mar
buscando un buen ramaje para luego anidar
y ver en sus orillas alegres caracolas.
He visto en muchos caños las bocas de caimanes,
jugando entre raíces con zorros y alacranes.
He visto navegando piraguas y canoas
y cabalgar las aguas embarcación de velas
y solitarios hombres llamados centinelas
cuidando con amor las costas de mi Toas.
He visto pescadores luchando con la muerte
que en su faena diaria tuvieron poca suerte.
He visto procesiones de muertos y de Santos,
y en la mañana fresca alegres pregoneros
vendiendo mercancía, felices, lisonjeros;
porque en la noche dicen: que salen los espantos.
He visto muchos cerros caer dinamitados
ante el brutal ultraje de seres despiadados,
la flora ya muriendo, la fauna en extinción,
trenzados en su vuelo los pájaros se van:
sus cantos, sus gorjeos, sus trinos ¿Dónde están?
pregunto confundido sin una explicación.
¡Qué importa! -se dirán- vertiendo su veneno,
anuncian: si no es nuestro, es territorio ajeno,
¡Tus hijos predilectos no tienen elocuencia!
Mientras los invasores de tus bellos paisajes
con furia y con horrores los tratan con ultrajes
por su terca mudez, sufren la penitencia.
03/06/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
a una triste doncella cantando a sus amores.
He visto blanca espuma jugar entre las olas
y pájaros pescando en la quietud del mar
buscando un buen ramaje para luego anidar
y ver en sus orillas alegres caracolas.
He visto en muchos caños las bocas de caimanes,
jugando entre raíces con zorros y alacranes.
He visto navegando piraguas y canoas
y cabalgar las aguas embarcación de velas
y solitarios hombres llamados centinelas
cuidando con amor las costas de mi Toas.
He visto pescadores luchando con la muerte
que en su faena diaria tuvieron poca suerte.
He visto procesiones de muertos y de Santos,
y en la mañana fresca alegres pregoneros
vendiendo mercancía, felices, lisonjeros;
porque en la noche dicen: que salen los espantos.
He visto muchos cerros caer dinamitados
ante el brutal ultraje de seres despiadados,
la flora ya muriendo, la fauna en extinción,
trenzados en su vuelo los pájaros se van:
sus cantos, sus gorjeos, sus trinos ¿Dónde están?
pregunto confundido sin una explicación.
¡Qué importa! -se dirán- vertiendo su veneno,
anuncian: si no es nuestro, es territorio ajeno,
¡Tus hijos predilectos no tienen elocuencia!
Mientras los invasores de tus bellos paisajes
con furia y con horrores los tratan con ultrajes
por su terca mudez, sufren la penitencia.
03/06/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
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