La lechuza de Minerva
Miembro Activo
salvo ya vos, no hay quien con su belleza
ejerza celo tal que humille el oro,
y frente a mí disfrace de decoro
su vanidad inquina y altiveza.
Ante vuestra hermosura la cabeza
agacho y el amor poro por poro
se escapa (aunque agachado, el hecho, ignoro
si me tomáis el pelo) ¡oh, sutileza!
¿tan arrogante sois, sorda y tan ciega,
tan híspido seré, plácido y loco
al ver que con mi amor estáis jugando?
¡miradme a vuestro pies, nadie lo niega...!
¡estúpido no soy pues poco a poco
tus cintas, por si acaso, estuve atando!
Última edición: