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Jugando con el tiempo (décimas)

Dos serían las criaturas
que más ostentosamente
nos hacen ver claramente
Dios se encuentra en las alturas.
Sus majestuosas figuras
nos hablan de la grandeza
encerrada en su belleza
pues son parte del Creador,
la Luna y el Sol fulgor
nos dan por naturaleza.

Es la más grande lumbrera
el Sol y con su salida
siempre notarás la huida
de los demás en la esfera.
Es único, no cualquiera
y allá en su mundo celeste
nunca habrá quien lo moleste
corazón del lucimiento,
su centro es el firmamento,
manantial de luz es este.

Siempre deberá ocurrir
su salida, y siendo el mismo
no es fantasía, es realismo
al momento de salir.
Su luz se puede esparcir
a la parte más extraña
y hasta en la misma entraña
de la Tierra ha de llegar
por eso cualquier lugar
por más oculto lo baña.

Alegra, fecunda, influye,
ilustra, y en todas partes
lo encontrarás en las artes
que el artista distribuye.
Con el poniente concluye
su recorrido y adios,
podéis expresarlo vos
el Sol es luciente espejo.
Con la Luna su cortejo
tuvo delante de Dios.

El Sol es el Presidente
del tiempo y en su mandato
segunda es la Luna y trato
de decirlo alegremente.
No sé, más dice la gente:
ese Cielo esplendoroso
luce con la Luna hermoso
por la noche, y alegría
les brinda siempre en el día
ese Sol tan poderoso.

Hace la noche la Luna
y con el Sol nace el día
y sólo y sin compañía
anda buscando fortuna.
Viaja la Luna y es una
situación sin un engaño,
cumple el Sol con cada año,
la Luna según tu vez
te cumple con cada mes
¡Misterio de gran tamaño!

El Sol calienta y la tierra
la seca durante el día,
la Luna la noche ansía
y a su llegada se aferra.
Esté seca no la aterra
porque cuando ella aparece
la refresca y humedece...
Luna Y Sol le dan al ser
todo aquel grato placer
que su gracia les ofrece.

Del tiempo son las balanzas,
la Luna dirige mares,
y sin penas ni pesares
es muy digna de alabanzas.
Y donde la vista alcanzas
el Sol los campos gobierna:
es del mundo la linterna,
de la vida claridad;
pues quita la oscuridad
a la parte más interna.

De Dios es el claro espejo
el Sol, la Luna es del mundo,
oiga amigo me confundo
cuando veo en su reflejo
como en un cuadro muy viejo
humanas imperfecciones,
pues la Luna en sus facciones
al hombre le ha de brindar
su luz, para así llenar
al mundo de bendiciones.

Ya nace, ya mengua o crece
o como todo ya aflora
la Luna siempre la añora
conocer quien no parece.
Ella en su lleno merece
ser en el Cielo observada
y cuando ya está en su nada
no permanece en su estado
pues su luz se la ha quitado
el Sol en mala jugada.

Si la Tierra se interpone
la eclipsa y casi se apaga,
aunque luego se deshaga
su lucidez manchas pone.
Y si la Luna se expone
luciendo su luz inquieta
tiene como noble meta
sin penas y sin desvelo
buscar poder en el Cielo,
a la Tierra está sujeta.

Es defectuosa y mudable,
es manchada e inferior,
pobre, triste y da dolor
ser en el Cielo inestable.
Y aunque la Luna es deseable
para el hombre enamorado,
siempre lo ha acompañado
en su aventura amorosa
¡El Sol a la Luna acosa
pues siempre la ha gobernado.



24/08/2014
Ysidro Parra_Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
Dos serían las criaturas
que más ostentosamente
nos hacen ver claramente
Dios se encuentra en las alturas.
Sus majestuosas figuras
nos hablan de la grandeza
encerrada en su belleza
pues son parte del Creador,
la Luna y el Sol fulgor
nos dan por naturaleza.

Es la más grande lumbrera
el Sol y con su salida
siempre notarás la huida
de los demás en la esfera.
Es único, no cualquiera
y allá en su mundo celeste
nunca habrá quien lo moleste
corazón del lucimiento,
su centro es el firmamento,
manantial de luz es este.

Siempre deberá ocurrir
su salida, y siendo el mismo
no es fantasía, es realismo
al momento de salir.
Su luz se puede esparcir
a la parte más extraña
y hasta en la misma entraña
de la Tierra ha de llegar
por eso cualquier lugar
por más oculto lo baña.

Alegra, fecunda, influye,
ilustra, y en todas partes
lo encontrarás en las artes
que el artista distribuye.
Con el poniente concluye
su recorrido y adios,
podéis expresarlo vos
el Sol es luciente espejo.
Con la Luna su cortejo
tuvo delante de Dios.

El Sol es el Presidente
del tiempo y en su mandato
segunda es la Luna y trato
de decirlo alegremente.
No sé, más dice la gente:
ese Cielo esplendoroso
luce con la Luna hermoso
por la noche, y alegría
les brinda siempre en el día
ese Sol tan poderoso.

Hace la noche la Luna
y con el Sol nace el día
y sólo y sin compañía
anda buscando fortuna.
Viaja la Luna y es una
situación sin un engaño,
cumple el Sol con cada año,
la Luna según tu vez
te cumple con cada mes
¡Misterio de gran tamaño!

El Sol calienta y la tierra
la seca durante el día,
la Luna la noche ansía
y a su llegada se aferra.
Esté seca no la aterra
porque cuando ella aparece
la refresca y humedece...
Luna Y Sol le dan al ser
todo aquel grato placer
que su gracia les ofrece.

Del tiempo son las balanzas,
la Luna dirige mares,
y sin penas ni pesares
es muy digna de alabanzas.
Y donde la vista alcanzas
el Sol los campos gobierna:
es del mundo la linterna,
de la vida claridad;
pues quita la oscuridad
a la parte más interna.

De Dios es el claro espejo
el Sol, la Luna es del mundo,
oiga amigo me confundo
cuando veo en su reflejo
como en un cuadro muy viejo
humanas imperfecciones,
pues la Luna en sus facciones
al hombre le ha de brindar
su luz, para así llenar
al mundo de bendiciones.

Ya nace, ya mengua o crece
o como todo ya aflora
la Luna siempre la añora
conocer quien no parece.
Ella en su lleno merece
ser en el Cielo observada
y cuando ya está en su nada
no permanece en su estado
pues su luz se la ha quitado
el Sol en mala jugada.

Si la Tierra se interpone
la eclipsa y casi se apaga,
aunque luego se deshaga
su lucidez manchas pone.
Y si la Luna se expone
luciendo su luz inquieta
tiene como noble meta
sin penas y sin desvelo
buscar poder en el Cielo,
a la Tierra está sujeta.

Es defectuosa y mudable,
es manchada e inferior,
pobre, triste y da dolor
ser en el Cielo inestable.
Y aunque la Luna es deseable
para el hombre enamorado,
siempre lo ha acompañado
en su aventura amorosa
¡El Sol a la Luna acosa
pues siempre la ha gobernado.



24/08/2014
Ysidro Parra_Venezuela
Reservados Derechos de Autor.


Ysidro un precioso poema ,un gran homenaje al sol y su eterna compañera la luna,muy bello tu poema,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

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