Ingrid Zetterberg
Miembro Conocido
JULIO DIECINUEVE
Y entonces te vi....
y lo cambiaste todo.
Ignoraba cuánto
habías andado
hasta llegar al fondo
de mis pupilas.
No imaginaba
que fueras tú.
Aquel
que enfundaba
en su bolso de viaje
mis noches y mis días.
No sabía que traías
tan difícil misión.
Como un sol imponente
te alzaste frente a mí,
e inundaste de luz
y alborozo
el umbral de mi vida.
Y entonces
eras tú....
Venías ataviado de sol
y de otoño,
de la lluvia y el vino
de tu tierra.
Venías
canturreando de mañana,
sobre la nueva faz
de un sendero azul.
(En recuerdo del día en que conocí a mi esposo)
De mi poemario
"El canto de la tórtola"
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