Olimpia Era
Miembro Conocido
JUNTO AL MAR (PROSA)
Cuando llego a esas costas rocosas, junto a mi adorado Mediterráneo.
Allí donde nadie se baña, ni esas cosas, solo rocas, olas, espuma marina…
El olor de mi adorado mar, más se extiende al chocar con las rocas, en el horizonte solo el sol, no se ven más cosas.
Entonces… yo, busco una roca, la más cercana al mar, para ver como rompen las olas que toca… y medito…sueño en amar…
Bello es cuando amanece, bello en el ocaso, al atardecer, precioso en esa noche clara, estrellada que me hace estremecer.
Sentada en la roca, con el olor marino, sola, sin nadie, en silencio. Veo lo poquito que soy, me siento como una gota.
Pienso en mis cosas, pero el mar me vuelve a captar, entonces… no hay otra… atenderle, pues siempre no se encuentra este lugar y puedo sentirme en conexión con el mar.
Relajante balanceo de las olas, rompiendo espumosas, sobre las rocas… ellas solas, de una en una. No me canso de mirarlas, que calma… parece imposible el daño y la fiereza de sus entrañas, aunque en este mar no te quieras mojar.
Al irme, no hace falta perfume, solo necesito ese olor a mar… Aroma de algas, arena… cautivando a quien se acerca… sin saber… donde ese aroma puede encontrar.
Yo soy muy feliz meditando junto al mar…
Concha Balada
España 23/01/15
Reservados los Derechos de Autor.
Imagen de Google
Cuando llego a esas costas rocosas, junto a mi adorado Mediterráneo.
Allí donde nadie se baña, ni esas cosas, solo rocas, olas, espuma marina…
El olor de mi adorado mar, más se extiende al chocar con las rocas, en el horizonte solo el sol, no se ven más cosas.
Entonces… yo, busco una roca, la más cercana al mar, para ver como rompen las olas que toca… y medito…sueño en amar…
Bello es cuando amanece, bello en el ocaso, al atardecer, precioso en esa noche clara, estrellada que me hace estremecer.
Sentada en la roca, con el olor marino, sola, sin nadie, en silencio. Veo lo poquito que soy, me siento como una gota.
Pienso en mis cosas, pero el mar me vuelve a captar, entonces… no hay otra… atenderle, pues siempre no se encuentra este lugar y puedo sentirme en conexión con el mar.
Relajante balanceo de las olas, rompiendo espumosas, sobre las rocas… ellas solas, de una en una. No me canso de mirarlas, que calma… parece imposible el daño y la fiereza de sus entrañas, aunque en este mar no te quieras mojar.
Al irme, no hace falta perfume, solo necesito ese olor a mar… Aroma de algas, arena… cautivando a quien se acerca… sin saber… donde ese aroma puede encontrar.
Yo soy muy feliz meditando junto al mar…
Concha Balada
España 23/01/15
Reservados los Derechos de Autor.
Imagen de Google
