Agua Mar
Miembro Conocido
Existió una vez, ¿lugar? no sé, tampoco tiempo.
Una caja multicolor, que algunos llamaron mágica, pues de ella según que día, se escapaba una hada sin sus alas, la señora de la rosa, una sirenita turquesa y alguna que otra princesa.
Esta caja se encontraba en el bosque de los cuentos, junto al río de pensamientos y el jardín de los sueños. Un día una niñita, hermosa como la luz y traviesa como tú, jugaba despreocupada en el bosque que hoy les cuento y la caja de colores encontró. Creativa se llamaba y sus dedos de algodones despertaron los colores, sin demora se abrió el mundo de las ilusiones.
Un hada, con gran sonrisa, zapatillas de dormir y rojiza la nariz, de la caja danzando salió.
-¿Por qué me has llamado hermosa niña?, preguntó el hada amiga.
Creativa, asustada no podía creer lo que la caja escondía, de pronto el mundo florecía y le entregaba de los cuentos una amiga encantada, llamada Colorines, eso afirmo ella, mientras colocaba su tutu y reía como tú.
- Me he perdido en el bosque, buscaba una salida, ¿la caja es tu casita? Pregunto la niña controlando su alegría.
- A la curiosidad no es bueno siempre seguirla, ahora que has despertado los colores, un cuento debo entregarte, pídemelo y lo contaré. No dejaba de insistir Colorines.
-! cuento!, prefiero los tres deseos. Aseguro la niña.
- ¿Ves alguna lámpara? has tocado una caja, no una lámpara apagada. Contestó la del tutu de sonrisas.
- Quiero regresar a casa, repitió la pequeña.
- y podrás volver, por favor pídeme un cuento y te lo contaré, luego te mostraré la salida. Insistió el hada.
A creativa, le picó la curiosidad, ¿por qué el hada le insistía en que pidiera un cuento? si tanto deseaba hacerlo, ¿por qué no lo contaba y listo?, así que le contestó - volveré otro día por el cuento.
- El cuento es tuyo, cuando quieras pídelo y te lo dibujo con colores, mañanitas y soles, dijo el hada desconcertada. Normalmente los niños cuando encuentran la caja, lo primero que piden es un cuento, pero esta niñita no, hacía preguntas que ella debía contestar con amabilidad, y así, mantener a reguardo el secreto del mundo de colores.
Creativa afirmo que prefería, volver a la mañana siguiente por su cuento.
- La caja te esperará en este mismo lugar, pero es posible que yo no este disponible y conozcas entonces algunas de mis amigas o amigos. Colorines contesto, intentando no mostrar su asombro.
-¿Viven más como tú en la caja?... Pretendía soltar la niña, un ramillete de preguntas, cuando su encantada amiga le confesó que la caja escondía un mundo de fantasía, y que en ella vive una señora vestida de rosa, que en primavera tiene alas de mariposa. Un príncipe heredero del aire, con un castillo de nubes y sus jardines cuelgan del cielo. Una sirenita pintada de escamas, que nada en los ríos y los mares; y también la dama de las montañas, con sus faldas de árboles bordadas. Viven allí muchas hadas encantadas, algunos duendes que no son verdes y el manto de colores que baila junto al alba , hasta descansar en las flores.
Entonces, creativa pidió volver a casa, había descubierto el secreto de la caja.
- Eres muy lista Creativa, dijo Colorines, al tiempo que tocaba a la pequeña con su varita y la niña despertó en su camita.
Mágicamente llegó a casa, había dormido toda la noche y solo tenía el recuerdo de la caja de colores y la seguridad que cuando quisiera, podría llamarla y ante ella alguna de sus amigas aparecerá, o quizás el príncipe con su corona de estrellas, para un cuento ofrecerle; pero la niña sabiamente volverá a rechazar, y así las hadas sus historias tendrán que narrar y a la primera oportunidad, el cuento querrán pintar, pero Creativa les contestará , mejor otro día, hoy háblame de tu mundo, de la magia, de los sueños, y como se le pinta a un día de lluvia, arcoíris de colores.....
La niña descubrió que si pedía un cuento, el hada lo contaría, pero luego la caja desaparecería, sus amigas de colores con ella no volverían a charlar. Por esto, Creatividad, nunca pide un cuento, a quien de la caja se le ocurra escapar. solo escucha sus historias, pues la verdad, a las hadas les encanta hablar.
Colorín colorado...
alec.
Última edición: