Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Luchando contra lo adverso
desde mi más tierna infancia
nunca salvé la distancia
que disto de los demás.
Me he refugiado en mis versos,
ganando cierto prestigio,
pero no logré el prodigio
que me interesaba más.
Pasé mis años de niño
soñando en mil fantasías
y se pasaron mis días,
llegando a la juventud.
Y allí, a solas, decidí
lo que pensé más seguro
sin pensar que en el futuro
pudiera salirme mal.
Cómodo sin duda fui,
pues no me atrajo la lucha,
mi labor consideré mucha
y mi elección fue fatal.
- Sigue sin más, - me decía -
tu vivir,
que puede llegar un día
que se cumplan tus deseos,
no le des tantos rodeos
al tema, no hay que sufrir.
Siendo un joven
con dinero,
caballero
con poder,
sin más logras
sin temores
los amores
de mujer.
Son mis versos mi tesoro,
mi riqueza y mi caudal.
Escribiré mientras pueda
y me permita la edad.
Hable el loco lo que quiera..
Yo, escribir.
Porque en hacerlo soy ducho
y mi pluma es muy fecunda
Esperemos que me cunda,
hasta el día en que me muera.
No hay estrofa,
no hay poema
al que tema
mi entender.
No habrá verso
que resista,
como insista,
mi saber.
Son mis versos mi tesoro,
mi riqueza y mi caudal.
Escribiré mientras pueda
y me permita la edad.
Mas soy viejo
ya hoy en día.
Mi valía
va a peor.
Puede ser
mi final.
¡Y total,
sin valor..!
Son mis versos mi tesoro,
mi riqueza y mi caudal.
Escribiré mientras pueda
y me permita la edad.
Es la Musa tentadora
quien me inspira,
quien me tienta y me enamora
y el verso forja pulido.
Por eso, siempre le pido
que afine muy bien su lira.
Son mis versos mi tesoro,
mi riqueza y mi caudal.
Escribiré mientras pueda
y me permita la edad.
desde mi más tierna infancia
nunca salvé la distancia
que disto de los demás.
Me he refugiado en mis versos,
ganando cierto prestigio,
pero no logré el prodigio
que me interesaba más.
Pasé mis años de niño
soñando en mil fantasías
y se pasaron mis días,
llegando a la juventud.
Y allí, a solas, decidí
lo que pensé más seguro
sin pensar que en el futuro
pudiera salirme mal.
Cómodo sin duda fui,
pues no me atrajo la lucha,
mi labor consideré mucha
y mi elección fue fatal.
- Sigue sin más, - me decía -
tu vivir,
que puede llegar un día
que se cumplan tus deseos,
no le des tantos rodeos
al tema, no hay que sufrir.
Siendo un joven
con dinero,
caballero
con poder,
sin más logras
sin temores
los amores
de mujer.
Son mis versos mi tesoro,
mi riqueza y mi caudal.
Escribiré mientras pueda
y me permita la edad.
Hable el loco lo que quiera..
Yo, escribir.
Porque en hacerlo soy ducho
y mi pluma es muy fecunda
Esperemos que me cunda,
hasta el día en que me muera.
No hay estrofa,
no hay poema
al que tema
mi entender.
No habrá verso
que resista,
como insista,
mi saber.
Son mis versos mi tesoro,
mi riqueza y mi caudal.
Escribiré mientras pueda
y me permita la edad.
Mas soy viejo
ya hoy en día.
Mi valía
va a peor.
Puede ser
mi final.
¡Y total,
sin valor..!
Son mis versos mi tesoro,
mi riqueza y mi caudal.
Escribiré mientras pueda
y me permita la edad.
Es la Musa tentadora
quien me inspira,
quien me tienta y me enamora
y el verso forja pulido.
Por eso, siempre le pido
que afine muy bien su lira.
Son mis versos mi tesoro,
mi riqueza y mi caudal.
Escribiré mientras pueda
y me permita la edad.