Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Ni el mejor ni el peor ni el menos malo,
aquí debe reinar un gran contento.
Pues si no, por las puertas del convento
saldrá pero empujado por un palo.
Con mi sello de Emérito lo avalo,
ya basta de tontunas e idioteces.
Demostrado el valor tienes con creces
de poeta y buen hombre, compañero.
Para mí sabes bien que es lo primero
y por tal mi amistad bien te mereces.
Lo demás es de tontos gran cultivo
que a la postre han de darles poco fruto
y hay alguno, además, bastante bruto.
Así pienso y lo firmo y lo suscribo.
¿Para qué me valdrá lo bien que escribo
si después recitándolo me atranco?
¿Si hasta debo dinero ya en el Banco,
si no tengo el amor de quien quisiera?
Por haber sido un golfo, un calavera,
como afirman que fue, TODO, el Gran Manco?
Pero estoy muy tranquilo en este instante
y tú debes estarlo a la par mía,
en marcha tengo ya mi Antología
y tengo que seguir para adelante.
¿Tendré tiempo quizás, puede, bastante?
Pues tienes que ayudarme, amigo mío.
Mi mano te brindé, porque confío
sin más en tu honradez. Si eres poeta
es algo que lo mínimo me inquieta,
¡Me importa saber más que eres un tío!
Y opino que muy bien lo has demostrado:
Buen yerno, mejor hijo y gran esposo.
A ver si serlo sabe ese baboso
que suele presumir de Licenciado.
En Física nos cuenta el muy taimado
y puede serlo, sí, o que lo invente.
Mas tiene retorcida, y bien, la mente
pues ruega con soberbia que su ausencia
no cause gran dolor. ¡Vaya insolencia,
qué pisto llega a darse alguna gente!
Tranquilo, que el camino está expedito,
que vamos poco a poco caminando.
El suelo hacia la gloria nunca es blando,
más fácil es que sea de granito.
Es algo que, en verdad, me importa un pito.
El caso es arribar a ese gran puerto
y mientras no nos mire ningún tuerto,
según dice el refrán, a nuestra meta
habremos de llegar. Poco me inquieta
llegar estando vivo o ya haber muerto.
aquí debe reinar un gran contento.
Pues si no, por las puertas del convento
saldrá pero empujado por un palo.
Con mi sello de Emérito lo avalo,
ya basta de tontunas e idioteces.
Demostrado el valor tienes con creces
de poeta y buen hombre, compañero.
Para mí sabes bien que es lo primero
y por tal mi amistad bien te mereces.
Lo demás es de tontos gran cultivo
que a la postre han de darles poco fruto
y hay alguno, además, bastante bruto.
Así pienso y lo firmo y lo suscribo.
¿Para qué me valdrá lo bien que escribo
si después recitándolo me atranco?
¿Si hasta debo dinero ya en el Banco,
si no tengo el amor de quien quisiera?
Por haber sido un golfo, un calavera,
como afirman que fue, TODO, el Gran Manco?
Pero estoy muy tranquilo en este instante
y tú debes estarlo a la par mía,
en marcha tengo ya mi Antología
y tengo que seguir para adelante.
¿Tendré tiempo quizás, puede, bastante?
Pues tienes que ayudarme, amigo mío.
Mi mano te brindé, porque confío
sin más en tu honradez. Si eres poeta
es algo que lo mínimo me inquieta,
¡Me importa saber más que eres un tío!
Y opino que muy bien lo has demostrado:
Buen yerno, mejor hijo y gran esposo.
A ver si serlo sabe ese baboso
que suele presumir de Licenciado.
En Física nos cuenta el muy taimado
y puede serlo, sí, o que lo invente.
Mas tiene retorcida, y bien, la mente
pues ruega con soberbia que su ausencia
no cause gran dolor. ¡Vaya insolencia,
qué pisto llega a darse alguna gente!
Tranquilo, que el camino está expedito,
que vamos poco a poco caminando.
El suelo hacia la gloria nunca es blando,
más fácil es que sea de granito.
Es algo que, en verdad, me importa un pito.
El caso es arribar a ese gran puerto
y mientras no nos mire ningún tuerto,
según dice el refrán, a nuestra meta
habremos de llegar. Poco me inquieta
llegar estando vivo o ya haber muerto.
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