Daniel
Miembro Conocido

Soy la greda de un camino que se ha forjado al fragor de la batalla, invadida con subidas y bajadas, quien supo construir en mí, un refugio, con curvas y encrucijadas, para dejarlas puestas sobre el destino; como el descanso del peregrino que en las noches apacibles se deleita mirando el verde follaje, hoy eres tú para mí ese paisaje, la parada en el rodaje a la vera de algún pino.
Mírame y combate dentro de mí cada tiniebla y ven con el sol perenne de la aurora que entibia los huesos y nos hace resucitar.
Quiéreme furiosamente, para que nazcan bravías de los oscuros augurios, fértiles rosas, estas adornarán tu vientre en el despertar del silencio, susurrando al oído la más ardiente profecía.
La memoria será tan solo un fino cristal, que dejará ver los pasos en nuestra historia, pues en cada amanecer habrá sido reparado por la brillante e impetuosa tormenta del amor.
Sé que la humanidad perdida en su desenfreno, no permite que quede sin verter todo su odio y ambición, al ensañarse con alevosía en seres vestidos de humildad.
Es por eso que yo a ti te llevo por bandera en el corazón, mi pobre alma volverá a tener una segunda oportunidad, porque juntos hemos de ser, la verde pradera de los sueños, capaz de resistir la eternidad donde nuestros hijos tendrán futuro.

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