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La inocencia

La inocencia


Blanca, de doce añitos de edad, vivía con sus padres en una urbe en plena ebullición y descomposición social. Las mafias del tráfico sexual se habían apoderado literalmente de la ciudad y las autoridades incapaces de controlar a esas bandas criminales, que causan pánico en la sociedad y la desgracia a miles de adolescentes, aseguran que todo está bajo su control.
Una tarde, bajo un frío de diciembre, Blanca, con la inocencia que caracteriza a los niños de su edad, estando en el parque de la barriada, se dejó engañar por un individuo, quien con una chocolatina impregnada de sedante la adormeció y la condujo a un lugar desolado donde la violó; acto seguido, la entregó a una de esas redes de tráfico sexual de menores, quienes le dieron 200 dólares por ella.
Una nota anónima fue enviada a sus padres: “Su hija ha sido vendida”.


Sigifredo Silva
 
Última edición:
La inocencia


Blanca, de doce añitos de edad, vivía con sus padres en una urbe en plena ebullición y descomposición social. Las mafias del tráfico sexual se habían apoderado literalmente de la ciudad y las autoridades incapaces de controlar a esas bandas criminales, que causan pánico en la sociedad y la desgracia a miles de adolescentes, aseguran que todo está bajo su control.
Una tarde, bajo un frío de diciembre, Blanca, con la inocencia que caracteriza a los niños de su edad, estando en el parque de la barriada, se dejó engañar por un individuo, quien con una chocolatina impregnada de sedante la adormeció y la condujo a un lugar desolado donde la violó; acto seguido, la entregó a una de esas redes de tráfico sexual de menores, quienes le dieron 200 dólares por ella.
Una nota anónima fue enviada a sus padres: “Su hija ha sido vendida”.


Sigifredo Silva

Triste relato
de una realidad
que se cotidianisa
cada vez mas.
Un fuerte abrazo.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
La inocencia


Blanca, de doce añitos de edad, vivía con sus padres en una urbe en plena ebullición y descomposición social. Las mafias del tráfico sexual se habían apoderado literalmente de la ciudad y las autoridades incapaces de controlar a esas bandas criminales, que causan pánico en la sociedad y la desgracia a miles de adolescentes, aseguran que todo está bajo su control.
Una tarde, bajo un frío de diciembre, Blanca, con la inocencia que caracteriza a los niños de su edad, estando en el parque de la barriada, se dejó engañar por un individuo, quien con una chocolatina impregnada de sedante la adormeció y la condujo a un lugar desolado donde la violó; acto seguido, la entregó a una de esas redes de tráfico sexual de menores, quienes le dieron 200 dólares por ella.
Una nota anónima fue enviada a sus padres: “Su hija ha sido vendida”.


Sigifredo Silva

Que triste Sigifredo y pensar que son cosas que pasan tan a menudo, erizan la piel de todo padre pensando en esa atrocidad y que nunca nos vaya a pasar con nuestros hijos,cuanta tristeza que la sociedad no ponga un freno cuando la humanidad ha caído tan bajo permitiendo todo tipo de vejámenes matando la inocencia de los niños ,es excelente tu relato,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

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