Alessa
Miembro Conocido
La madre de los cuervos
habita a las puertas del infierno
espera por los restos de los muertos
para devorar sus corruptas viseras
pero los ojos de los desdichados
los yertos y apagados ojos
secos y espantados
los guarda
para sus hijos los cuervos.
Son manjar irresistible
para las plumíferas bestias carroñeras
que devoran los viscosos trofeos
perforándolos,
aprisionándolos con el horrendo pico
hasta consumirlos por completo.
Mansos y agradecidos
se posan
en las gélidas manos de su madre
quien les acaricia el negro plumaje
que exhiben orgullosos,
y los colma de cariños compasivos.
Negros son los ojos
de la madre de los cuervos
negras sus venas y sus entrañas
y negros sus pensamientos
negros, como sus amados hijos.
Cuando de muertos carece
recorre el mundo en la madrugada
envuelta en una espesa bruma
en busca de inocentes
perdidos sin fortuna
y despoja a los incautos
del aliento de la vida.
La madre de los cuervos
está maldita y no puede morir
su condena es oscura
y escrita por dedos
salidos del averno.
Es su único consuelo
brindar comida y abrigo
a los negros cuervos.
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