JAVIER TOMAS
Sub Administrador
El barrio de La Magdalena
se engalana con guirnaldas,
farolillos y banderas
celebrando sus fiestas
durante una semana entera.
En el barrio de La Magdalena
la gente bebe
olvidando las penas,
riendo los chistes sin gracia,
coreando canciones obscenas.
La música suena de fondo,
la sangría riega las aceras
mientras el estofado de toro
deja las barrigas llenas.
Toda La Magdalena
explota en ebullición
la amistad toma las calles,
los novios los callejones,
los niños los barracones
que los feriantes montaron.
Se vive con alegría.
Se vive sin preocupación.
En el barrio de La Magdalena
todo acabo
solo queda basura
resacas y ardores
eco de melodías
y de sonoras bocinas.
Todo vuelve a la rutina
que la fiesta se acabó.
La gente afronta otra vez
su miedo y preocupación.
se engalana con guirnaldas,
farolillos y banderas
celebrando sus fiestas
durante una semana entera.
En el barrio de La Magdalena
la gente bebe
olvidando las penas,
riendo los chistes sin gracia,
coreando canciones obscenas.
La música suena de fondo,
la sangría riega las aceras
mientras el estofado de toro
deja las barrigas llenas.
Toda La Magdalena
explota en ebullición
la amistad toma las calles,
los novios los callejones,
los niños los barracones
que los feriantes montaron.
Se vive con alegría.
Se vive sin preocupación.
En el barrio de La Magdalena
todo acabo
solo queda basura
resacas y ardores
eco de melodías
y de sonoras bocinas.
Todo vuelve a la rutina
que la fiesta se acabó.
La gente afronta otra vez
su miedo y preocupación.