Hay rutas a las que no quiero volver.
Son pasos de fulgor y aliento de
un verano.
Quieto, en la hora vasta
en que se pronuncian los cristales
veo tu cicatriz perderse. Imagino
el mar en el azul de tu vestido, recurro
al tópico cuando tu cintura viene o va
pidiendo mareas. Después el vacío me acompaña
y descubro rastros de tus escamas
creciendo bajo el manzano de julio. No fue sueño
el aguijón de tu acuarela
pero la tarde me quiere en otro sitio
y me cita entre tus piernas
cuando ya no caminas.
Son pasos de fulgor y aliento de
un verano.
Quieto, en la hora vasta
en que se pronuncian los cristales
veo tu cicatriz perderse. Imagino
el mar en el azul de tu vestido, recurro
al tópico cuando tu cintura viene o va
pidiendo mareas. Después el vacío me acompaña
y descubro rastros de tus escamas
creciendo bajo el manzano de julio. No fue sueño
el aguijón de tu acuarela
pero la tarde me quiere en otro sitio
y me cita entre tus piernas
cuando ya no caminas.
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