Antonio Jurado
Miembro Conocido
Dejé un poema en su toalla
mientras que ella nadaba
y yo me quedé en la playa
observando atentamente
hasta que leyó la nota
para verla reaccionar.
Le declaraba mi amor
a aquella dulce mocita
que al verme me sonreía
y que me decía que sí
rebosante de alegría
llena de felicidad.
Y nos fuimos paseando
mirándonos a los ojos,
mi mano sobre su mano
felices y sin temores
como si en toda la vida
fuera a existir nada más.
Una escena inolvidable
caminando por la arena
diciéndonos tonterías
pero que en aquel instante
alegraban nuestras almas
y el deseo de libertad.
De todo lo que nos dijimos
solamente los te quiero
y los llévame contigo
salieron del corazón
escritos por el amor
y eran frases de verdad.
El resto de las palabras
diciéndole cosas bonitas
solamente fue el señuelo
para qué aquella mocita
tan linda y arregladita
se enamorara de mí
y el amor entre nosotros
fuera para siempre jamás.
Y que estuviéramos juntos
creciendo como personas
y pudiéramos toda la vida
de la mano caminar.
Cosas de la adolescencia
donde alguna vez los sueños
podrían estar en tus manos
para hacerlos realidad.
Antonio Jurado - España
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