Jurcan Uriarte Pontleca
Miembro Conocido
“… Y DIOS CREÓ A LA MUJER….”
EL SER MÁS PERFECTO… SI ALGUIEN CREE LO CONTRARIO. QUE LO DIGA AHORA O CALLE PARA SIEMPRE.
LA PERFECCIÓN
MUJER: Te creó el Señor, en justo tiempo.
Su obra: tarea laboriosa. Su afán: crearte, fuerte y pura. De ahí grandes verdades:
Te adaptó por complemento un sinfín de cualidades y virtudes.
Desde el feto inyectó sabiduría, destreza y otras cualidades, algo que nadie dudaría porque te impregnó también sutileza y hermosura.
Ya, en el acontecer mundano se te mira al aparecer bella y fuerte, lo que al paso del tiempo y hasta la actualidad, toda la humanidad admira. Agregándote además bondad entre otras cosas.
También dotó en ti la virtud de crear otros seres a semejanza de vos.
Además, con la virtud de la maternidad, que es vida por vida a partir de la concepción lograda con sólo una gota de amor y la entrega total del corazón, pero con amor, si lo deseas.
Derrochó en ti todo, traducido a perfección.
Eres ejemplo de mujer y madre con todos sus deberes.
En tu hermosura vertió también amor, bravura. Resaltó en ti toda belleza. En tus ojos, tu boca, tu piel a grosso modo. Te hizo especial en forma fiel y con el don de una lágrima, sonreír y amar lo dices todo.
Para bien del amor:
El Omnipotente, te creó, para ser indiferente cuando alguien pretenda vilmente humillarte.
Y por orden del Mismo Dios, desde el momento en que sabes amar, tienes también la virtud de saber perdonar, humildemente.
Eres la perfección, ni duda cabe.
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
06/03/2018 Derechos de Autor Reservados.©



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EL SER MÁS PERFECTO… SI ALGUIEN CREE LO CONTRARIO. QUE LO DIGA AHORA O CALLE PARA SIEMPRE.
LA PERFECCIÓN
MUJER: Te creó el Señor, en justo tiempo.
Su obra: tarea laboriosa. Su afán: crearte, fuerte y pura. De ahí grandes verdades:
Te adaptó por complemento un sinfín de cualidades y virtudes.
Desde el feto inyectó sabiduría, destreza y otras cualidades, algo que nadie dudaría porque te impregnó también sutileza y hermosura.
Ya, en el acontecer mundano se te mira al aparecer bella y fuerte, lo que al paso del tiempo y hasta la actualidad, toda la humanidad admira. Agregándote además bondad entre otras cosas.
También dotó en ti la virtud de crear otros seres a semejanza de vos.
Además, con la virtud de la maternidad, que es vida por vida a partir de la concepción lograda con sólo una gota de amor y la entrega total del corazón, pero con amor, si lo deseas.
Derrochó en ti todo, traducido a perfección.
Eres ejemplo de mujer y madre con todos sus deberes.
En tu hermosura vertió también amor, bravura. Resaltó en ti toda belleza. En tus ojos, tu boca, tu piel a grosso modo. Te hizo especial en forma fiel y con el don de una lágrima, sonreír y amar lo dices todo.
Para bien del amor:
El Omnipotente, te creó, para ser indiferente cuando alguien pretenda vilmente humillarte.
Y por orden del Mismo Dios, desde el momento en que sabes amar, tienes también la virtud de saber perdonar, humildemente.
Eres la perfección, ni duda cabe.
Autor: Rafael Calderón Negrete. (Puebla, México)
Seudónimo: Jurcan Uriarte Pontleca.
06/03/2018 Derechos de Autor Reservados.©



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