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Miembro Conocido
¡Que sea tu voluntad, mi Dios!
Todo por ella...
coqueta como siempre
atrae las miradas
como el imán al hierro.
Hambre saciada por la carne
donde las caricias juegan
y se comen el fruto de su mundo.
Imagen perdida
en los espejos que se refugian
en la oscuridad,
y se duerme esperando la ilusión
sembrada en su reflejo.
Así es ella:
ternura que nace de sus sueños,
no lo merece, se rompe su secreto,
su cuerpo desnudo grita
disparando palabras,
buscando sembrar su peso
ahorcado con silencio
para morder el desprecio
contenido en su forma de ser.
18/05/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
Todo por ella...
coqueta como siempre
atrae las miradas
como el imán al hierro.
Hambre saciada por la carne
donde las caricias juegan
y se comen el fruto de su mundo.
Imagen perdida
en los espejos que se refugian
en la oscuridad,
y se duerme esperando la ilusión
sembrada en su reflejo.
Así es ella:
ternura que nace de sus sueños,
no lo merece, se rompe su secreto,
su cuerpo desnudo grita
disparando palabras,
buscando sembrar su peso
ahorcado con silencio
para morder el desprecio
contenido en su forma de ser.
18/05/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.