Olimpia Era
Miembro Conocido
LA SIRENA
La sirena enamorada
está buscando morada,
pues conoció a un humano
con el que nadó de la mano
El humano embelesado,
por la belleza de la sirena,
se consideró desgraciado
por tener su amor como condena.
No puede un hombre
amar a una sirena.
Al recordar su melena,
él pronunciaba su nombre
y, si cerca del agua estaba,
a la orilla se acercaba.
Este amor imposible,
a ambos atormentaba,
él versos le cantaba,
y, ella saltaba flexible.
Una luna llena de junio,
se revolvieron las aguas
y Neptuno se alzó y les miró.
Cada vez con luna llena,
él podrá nadar con ella,
respirando bajo el agua
y amándola hasta el alba.
Ambos la unión aceptaron
y, a pesar de la condición,
se casaron.
Olimpia Era
La sirena enamorada
está buscando morada,
pues conoció a un humano
con el que nadó de la mano
El humano embelesado,
por la belleza de la sirena,
se consideró desgraciado
por tener su amor como condena.
No puede un hombre
amar a una sirena.
Al recordar su melena,
él pronunciaba su nombre
y, si cerca del agua estaba,
a la orilla se acercaba.
Este amor imposible,
a ambos atormentaba,
él versos le cantaba,
y, ella saltaba flexible.
Una luna llena de junio,
se revolvieron las aguas
y Neptuno se alzó y les miró.
Cada vez con luna llena,
él podrá nadar con ella,
respirando bajo el agua
y amándola hasta el alba.
Ambos la unión aceptaron
y, a pesar de la condición,
se casaron.
Olimpia Era