Francisco Escobar Bravo
Miembro Conocido
Parece que un fuerte viento
está con fuerza azotando
los muros, ¡y estoy temblando!,
de mi querido convento.
Pues, la verdad, yo no siento
más que un vano vientecillo,
poco más que el del un soplillo,
que en poco o nada me inquieta.
¡Una cosa es ser poeta
y otra un redomado pillo!
¡Tomarnos esos ladrones
y caraduras taimados,
idiotas aprovechados,
por simples bobalicones..!
Hacen falta más riñones,
más temple más valentía,
más talento y más valía
para lograr su objetivo.
Y en tanto que yo esté vivo,
¡perdónenme que me ría!
Que aquí tengo tres pilares
que lo sostienen. Yo, el cuarto.
Y es que de risa me parto.
¿No será que son achares?
A pesar de los pesares
lo llevan espeso y crudo
aunque me cueste, no dudo,
que me causen algún lío.
Pues acepto el desafío,
que gozo de buen escudo.
El traidor es ser horrendo
y si es mujer es tremenda,
pero aseguro que al menda
con su ardid no están venciendo.
Somos un grupo estupendo,
juraría que el mejor,
por más que tengan valor,
don que a nadie le escatimo,
no he sido jamás un "primo".
Piénsenlo bien, ¡por favor!
está con fuerza azotando
los muros, ¡y estoy temblando!,
de mi querido convento.
Pues, la verdad, yo no siento
más que un vano vientecillo,
poco más que el del un soplillo,
que en poco o nada me inquieta.
¡Una cosa es ser poeta
y otra un redomado pillo!
¡Tomarnos esos ladrones
y caraduras taimados,
idiotas aprovechados,
por simples bobalicones..!
Hacen falta más riñones,
más temple más valentía,
más talento y más valía
para lograr su objetivo.
Y en tanto que yo esté vivo,
¡perdónenme que me ría!
Que aquí tengo tres pilares
que lo sostienen. Yo, el cuarto.
Y es que de risa me parto.
¿No será que son achares?
A pesar de los pesares
lo llevan espeso y crudo
aunque me cueste, no dudo,
que me causen algún lío.
Pues acepto el desafío,
que gozo de buen escudo.
El traidor es ser horrendo
y si es mujer es tremenda,
pero aseguro que al menda
con su ardid no están venciendo.
Somos un grupo estupendo,
juraría que el mejor,
por más que tengan valor,
don que a nadie le escatimo,
no he sido jamás un "primo".
Piénsenlo bien, ¡por favor!