Alessa
Miembro Conocido
Llana y desprestigiada
vaga la sombra de un amor
mullido de carencias
con lágrimas luminiscentes
que le escaldaron las razones para subsistir
entre tanta fiera oscuridad.
¡Vamos negra sombra!
No te ofendas
cuando te pisa
la sonriente luz de la esperanza
no es que sea mala
solo un poco estúpida
y no se da cuenta
que no te da la gana renacer
de convertir tus venas de cristal
en algodón extra absorbente
que acumule las melosas
gotas de una perdida ilusión.
Voy a contarte una historia
de amores agrestes
de esos que se dan
solo cuando Dios cierra los ojos
de esos que se atacan
con la flecha envenenada de un beso
y cauterizan el alma;
de los hilados para amar una vez
y nunca más
de los desvalijados con el trémulo tacto
de un ángel endemoniado
que se cuela entre la persiana del sueño
infectando a los amantes
desbaratando la lógica
y el esquema legal de la ternura.
¡Llora de envidia!, sombra mediocre
ya que estás condenada a ser común
una más
entre cardúmenes de cosas cotidianas
se lo mismo que otros miles
con la misma resignación
con que la diligente hoguera
abraza a la bruja de precoz captura.
Ya deja de rumiar tan alto
que la ira me escuece las venas
con la sordera de tus latidos.
¡Cállate ya!
Que te escucha entre las fosas luminosas
el arponero tragador de sombras.