Mercedes Bou Ibáñez
Miembro Conocido
Sextillas (ababab) con rima de romance (asonante)
en los versos pares (b) de todas ellas.
Y en los impares (a) rima asonante,
diferente o no en cada estrofa.
De jóvenes la miramos
sin tomarla nunca en serio
y vemos el ser ancianos
como algo bastante lejos,
mas los años van pasando
a velocidad crucero.
Cuando menos te lo esperas
de blanco viste el cabello,
salen pelos en las cejas
casi con un palmo y medio
y varices en las piernas
como túneles del metro.
En el alma se nos queda
un amargo regomello
cuando cruzamos la verja
que nos lleva hacia el invierno
y tiritando en la reja
mueren de frío los sueños.
No da la vejez buen pago
a tantos años de duelo
y una vida sin descanso
en la lucha por los nuestros.
Llegan los huesos gastados
y el corazón por los suelos.
Al ver que tan solo somos
eso que llaman; abuelo,
que solo sirve de estorbo
o pa´ cuidar a los nietos
y muchas veces tampoco
pues nos duele hasta el pellejo.
Por que raro es el que llega
a la vejez bien completo,
cuando no duele una pierna
los riñones dan un quiebro
o te duele la cabeza
o anda el vientre un poco suelto.
Los dedos que se engarrotan
y ese crujir de los huesos
roídos por la carcoma
de un tiempo ya sin reverso,
que la vida no cuestiona
darnos un nuevo boleto.
Con que a vivir lo que queda
cual mugroso mueble viejo,
rezando pa´ que no vengan
más dolores a jodernos
que ya es una gran condena
sin salud llegar a viejos.
Los días que me levanto
sin un dolor en el cuerpo,
en verdad mucho me extraño,
¿será que sigo durmiendo?
Y otra pregunta qué hago;
¿o será qué ya me he muerto?
Y ya lo que nos faltaba,
ese maldito bichejo
que como nadie lo mata
anda por las calles suelto,
empeñado en ver si acaba
de un golpe con tanto viejo.