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La Vida

Leonor

Miembro
En ese tiempo solía decir o daba a entender que estaba muerto,
a veces solo se escondía en una sonrisa fácil sin argumentos
y otras sacaba de las tripas una furia contenida por los miedos
que aumentaban sus inseguridades, sus desvelos.

A ratos se soñaba ciego o desvalido y así daba sentido a sus rencores.
Se avivaba el fuego...

Ella lo miraba desde una esquina
inspeccionando cada detalle, grabando con presición cada momento.
Como una danza que les ofrecía el viento
se miraron en la calle caminando
y la vida los fue encontrando
él menos muerto y más atento,
ella fue cediendo y a veces confiando

Entonces sus ojos hablaron, se vieron envueltos,
sus brazos entrelazados se midieron con deseo
y de las pupilas les brotaban cielos
y del pecho un dolor liberado como sanando
lo que no se limpió ni con fe ni con años.

Fuego.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
En ese tiempo solía decir o daba a entender que estaba muerto,
a veces solo se escondía en una sonrisa fácil sin argumentos
y otras sacaba de las tripas una furia contenida por los miedos
que aumentaban sus inseguridades, sus desvelos.

A ratos se soñaba ciego o desvalido y así daba sentido a sus rencores.
Se avivaba el fuego...

Ella lo miraba desde una esquina
inspeccionando cada detalle, grabando con presición cada momento.
Como una danza que les ofrecía el viento
se miraron en la calle caminando
y la vida los fue encontrando
él menos muerto y más atento,
ella fue cediendo y a veces confiando

Entonces sus ojos hablaron, se vieron envueltos,
sus brazos entrelazados se midieron con deseo
y de las pupilas les brotaban cielos
y del pecho un dolor liberado como sanando
lo que no se limpió ni con fe ni con años.

Fuego.

Que hermoso poema el rencuentro del amor es muy bello y vos los vas dibujando con hermosos versos,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

Tony_Drüms

Miembro Conocido
En ese tiempo solía decir o daba a entender que estaba muerto,
a veces solo se escondía en una sonrisa fácil sin argumentos
y otras sacaba de las tripas una furia contenida por los miedos
que aumentaban sus inseguridades, sus desvelos.

A ratos se soñaba ciego o desvalido y así daba sentido a sus rencores.
Se avivaba el fuego...

Ella lo miraba desde una esquina
inspeccionando cada detalle, grabando con presición cada momento.
Como una danza que les ofrecía el viento
se miraron en la calle caminando
y la vida los fue encontrando
él menos muerto y más atento,
ella fue cediendo y a veces confiando

Entonces sus ojos hablaron, se vieron envueltos,
sus brazos entrelazados se midieron con deseo
y de las pupilas les brotaban cielos
y del pecho un dolor liberado como sanando
lo que no se limpió ni con fe ni con años.

Fuego.
Querida Leonor:

Primero que todo bienvenida a este portal de Versos Compartidos. Te cuento, tu trabajo pleno, entregado a las persianas de la poesía absoluta, me deja en claro que el destino puede unir a toda persona, y que entre cada fina metáfora que nos planteas, se define la conexión de estas vastas almas que se anhelan. Un abrazo y mis aplausos respectivos. Tony.
 

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