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Miembro Conocido
Como guitarra morena
pulsé tu cuerpo desnudo:
cintas eran tus cabellos,
cintas negras y sin luto.
(Ängel Miguel Queremel)
Se me rompe el corazón
con un grito ensombrecido,
pensando si te habrás ido
como trémula canción.
Recé a Dios una oración
para así calmar mi pena,
y en noche de Luna llena
mi boca desfallecida
grito como enloquecida.
Como guitarra morena.
Tu pasastes por mi vida
como río de aguas mansas,
donde tu cuerpo descansas
de una muerte confundida.
Y hallé tu sombra perdida
pues ya ocultarse no pudo,
y mis manos como escudo
te buscaron temblorosas
y en el jardín de tus rosas
pulsé tu cuerpo desnudo.
Le he preguntado hasta al mar
con un silbido de arena,
y me ha ocultado tu pena
sin quererme contestar.
Y en mi más tierno cantar
le brindé a tus ojos bellos
besos, que junto con ellos
eran música gentil,
y al aire de tu perfil
cintas eran tus cabellos.
Noble anhelo, santo celo,
tengo yo para besar,
y en mi cuerpo para amar
un altar para tu Cielo.
Porque una Estrella en tu pelo
colgaría como un bruto,
y tan sólo en un minuto
un rosario del espacio,
colgue, y en tu pelo lacio
cintas negras y sin luto.
06/05/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
pulsé tu cuerpo desnudo:
cintas eran tus cabellos,
cintas negras y sin luto.
(Ängel Miguel Queremel)
Se me rompe el corazón
con un grito ensombrecido,
pensando si te habrás ido
como trémula canción.
Recé a Dios una oración
para así calmar mi pena,
y en noche de Luna llena
mi boca desfallecida
grito como enloquecida.
Como guitarra morena.
Tu pasastes por mi vida
como río de aguas mansas,
donde tu cuerpo descansas
de una muerte confundida.
Y hallé tu sombra perdida
pues ya ocultarse no pudo,
y mis manos como escudo
te buscaron temblorosas
y en el jardín de tus rosas
pulsé tu cuerpo desnudo.
Le he preguntado hasta al mar
con un silbido de arena,
y me ha ocultado tu pena
sin quererme contestar.
Y en mi más tierno cantar
le brindé a tus ojos bellos
besos, que junto con ellos
eran música gentil,
y al aire de tu perfil
cintas eran tus cabellos.
Noble anhelo, santo celo,
tengo yo para besar,
y en mi cuerpo para amar
un altar para tu Cielo.
Porque una Estrella en tu pelo
colgaría como un bruto,
y tan sólo en un minuto
un rosario del espacio,
colgue, y en tu pelo lacio
cintas negras y sin luto.
06/05/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.