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Las manos rastreras

enterrado_vivo.jpg


Sobre el mantel de baratas
desparramados los harapos del fastidio,
como juego de naipes marcados,
-desgastados de hebras y profanado-
quieren huir de su guarida
las manos que esculpieron tu figura
en el aire condensado de humo
una mañana de octubre.

El delirio no se deja excomulgar
y las manos se escapan rastreras
cumpliendo su último deseo
cual condenado a la pena capital,
arrastrando tendones, venas,
gotas de sangre y agua,
hasta llegar a tocarte
en espantosa y póstuma caricia.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO


Sobre el mantel de baratas
desparramados los harapos del fastidio,
como juego de naipes marcados,
-desgastados de hebras y profanado-
quieren huir de su guarida
las manos que esculpieron tu figura
en el aire condensado de humo
una mañana de octubre.

El delirio no se deja excomulgar
y las manos se escapan rastreras
cumpliendo su último deseo
cual condenado a la pena capital,
arrastrando tendones, venas,
gotas de sangre y agua,
hasta llegar a tocarte
en espantosa y póstuma caricia.

Manos muy rastreras Marcela,muy bueno el poema con unas imágenes alucinantes,me encanto la poesía de la que se desprende una interior nostalgia y tristeza,excelente gracias por compartir,un beso grande.
 
ah Marcela si que me impresionaste con estos versos, ya que hablabas de querer hacer uno hace algún tiempo,
te quedo muy bien el tema de las manos rastreras...
felicitaciones y un abrazo

Rocker
 

Cisne

Moderadora del Foro Impresionismo y Expresionismo,


Sobre el mantel de baratas
desparramados los harapos del fastidio,
como juego de naipes marcados,
-desgastados de hebras y profanado-
quieren huir de su guarida
las manos que esculpieron tu figura
en el aire condensado de humo
una mañana de octubre.

El delirio no se deja excomulgar
y las manos se escapan rastreras
cumpliendo su último deseo
cual condenado a la pena capital,
arrastrando tendones, venas,
gotas de sangre y agua,
hasta llegar a tocarte
en espantosa y póstuma caricia.

Marce
A mí me dio un miedo que algunas manos rastreras quieran venir en póstuma caricia a acariciarme,
francamente soy medio cardiaca y se me hace que ahí nomas me quedo...jejeje
Felicitaciones, me parece excelente el tema
Abrazos con todo mi cariño
Ana

¡¡Qué pena!! no pude dejar reputuación.
 
Excelentes versos donde todo el poema es una gran metáfora que llena de angustia el alma, pero tus imágenes fabulosas lo hacen un trabajo magnífico. Felicitaciones Marcela por este maravilloso poema, reputación y saludos poeta
 
ah Marcela si que me impresionaste con estos versos, ya que hablabas de querer hacer uno hace algún tiempo,
te quedo muy bien el tema de las manos rastreras...
felicitaciones y un abrazo

Rocker
Gracias Rocker! Siempre me han gustado las peli de terror aunque a veces no pude terminarlas. Vos sos el maestro! Tus poemas de terror me encantaron y me dieron ganas.
Un gran abrazo
 
Marce
A mí me dio un miedo que algunas manos rastreras quieran venir en póstuma caricia a acariciarme,
francamente soy medio cardiaca y se me hace que ahí nomas me quedo...jejeje
Felicitaciones, me parece excelente el tema
Abrazos con todo mi cariño
Ana




¡¡Qué pena!! no pude dejar reputuación.
jajaja Ana! sos una dulce, es fácil asustarte.
Me parece que igual no es tan tenebroso como lo que escribe Rocker. El es grande en esto y yo solo una comedida.
Besooss
 

MARIPOSA NEGRA

********
excelente tema Marcela, las manos atormentadas por sus demonios se desgajan queriendo salvar su último aliento, un placer leerte, besos
 

Yasira

Moderadora del Foro Versos del Corazón


Sobre el mantel de baratas
desparramados los harapos del fastidio,
como juego de naipes marcados,
-desgastados de hebras y profanado-
quieren huir de su guarida
las manos que esculpieron tu figura
en el aire condensado de humo
una mañana de octubre.

El delirio no se deja excomulgar
y las manos se escapan rastreras
cumpliendo su último deseo
cual condenado a la pena capital,
arrastrando tendones, venas,
gotas de sangre y agua,
hasta llegar a tocarte
en espantosa y póstuma caricia.
Que belleza de poema Marcela, un beso!
 


Sobre el mantel de baratas
desparramados los harapos del fastidio,
como juego de naipes marcados,
-desgastados de hebras y profanado-
quieren huir de su guarida
las manos que esculpieron tu figura
en el aire condensado de humo
una mañana de octubre.

El delirio no se deja excomulgar
y las manos se escapan rastreras
cumpliendo su último deseo
cual condenado a la pena capital,
arrastrando tendones, venas,
gotas de sangre y agua,
hasta llegar a tocarte
en espantosa y póstuma caricia.
MARCELITA

¡Qué escalofriantes manos!

Felicitaciones amiga poeta
por tu fantástico ingenio.

Abrazos y besos desde mi balcón quiteño
de geranios multicromáticos,

Guillermo.

 

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