Chelo Álvarez
Miembro Conocido
Leve como un suspiro
Cómo podré olvidar la pequeña calleja,
oscura, sin farolas, cerca de mi convento.
No caerá en el olvido su bello monumento
ni aquella enredadera que se prendió a la reja.
De pronto me doy cuenta que llega una pareja
de arcángeles que inundan, mi corazón sediento,
de luz, de amor, de paz, con un rayo violento
que traspasó mi alma con dolor, mas sin queja.
Soy tan feliz ahora, el claustro es mi embeleso,
mi vida desde entonces ha pegado un buen giro,
pues le entregué a Jesús mi corazón, que preso
se quedó para siempre con Dios en mi retiro.
La calma en estos claustros, será un cálido beso
que hará mi estancia en ellos leve como un suspiro.
Chelo Álvarez
Cómo podré olvidar la pequeña calleja,
oscura, sin farolas, cerca de mi convento.
No caerá en el olvido su bello monumento
ni aquella enredadera que se prendió a la reja.
De pronto me doy cuenta que llega una pareja
de arcángeles que inundan, mi corazón sediento,
de luz, de amor, de paz, con un rayo violento
que traspasó mi alma con dolor, mas sin queja.
Soy tan feliz ahora, el claustro es mi embeleso,
mi vida desde entonces ha pegado un buen giro,
pues le entregué a Jesús mi corazón, que preso
se quedó para siempre con Dios en mi retiro.
La calma en estos claustros, será un cálido beso
que hará mi estancia en ellos leve como un suspiro.
Chelo Álvarez