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Libertad

El sueño tiene ojos
para cerrar puertas.
El baúl se abre,
y vuela la paloma mensajera
en busca de su vida.

Con las alas atadas,
llora tinta la melancolía;
un verso cabe en su gota.

La soledad busca acomodo
en el frágil inmundo de los sueños;
tal vez allí vierta su esencia.

Su mirada,
encuentra certeza
en la lápida sin nombre.
Su cementerio,
le arrebata la voz sin dueño,
y le versa con cariño
sobre su último sueño.

La decadencia
se aproxima a la orilla
del mar de los cobardes.
Navega sola,
huyendo de su pasado.
Tal vez en la arena
arribe su barcaza,
y justo allí disemine sus miedos;
el mar hará el resto...

Detesto
el rechinar del bosque,
de los árboles
que no me dejan verte.
Suenan como la agonía de puertas viejas,
como a un arco iris
asido con fuerza a la cuerda.

Un nuevo despertar
negocia tablas
en el ajedrez de la vida;
O tal vez
enrroque su destino al azar, como el frágil vuelo de las mariposas,
y allí encuentre su equilibrio...

El negro y el blanco
una vez más luchan en mi,
en ti.
Susurros de Abril y Noviembre...
Pasos sentados en la concordia del desdén

Poema escrito con Adrián González Díez, gran compañero de versos,un verdadero placer escribir contigo amigo.
 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
El sueño tiene ojos
para cerrar puertas.
El baúl se abre,
y vuela la paloma mensajera
en busca de su vida.

Con las alas atadas,
llora tinta la melancolía;
un verso cabe en su gota.

La soledad busca acomodo
en el frágil inmundo de los sueños;
tal vez allí vierta su esencia.

Su mirada,
encuentra certeza
en la lápida sin nombre.
Su cementerio,
le arrebata la voz sin dueño,
y le versa con cariño
sobre su último sueño.

La decadencia
se aproxima a la orilla
del mar de los cobardes.
Navega sola,
huyendo de su pasado.
Tal vez en la arena
arribe su barcaza,
y justo allí disemine sus miedos;
el mar hará el resto...

Detesto
el rechinar del bosque,
de los árboles
que no me dejan verte.
Suenan como la agonía de puertas viejas,
como a un arco iris
asido con fuerza a la cuerda.

Un nuevo despertar
negocia tablas
en el ajedrez de la vida;
O tal vez
enrroque su destino al azar, como el frágil vuelo de las mariposas,
y allí encuentre su equilibrio...

El negro y el blanco
una vez más luchan en mi,
en ti.
Susurros de Abril y Noviembre...
Pasos sentados en la concordia del desdén

Poema escrito con Adrián González Díez, gran compañero de versos,un verdadero placer escribir contigo amigo.

Un precioso y profundo poema,ambas plumas se complementan de forma magnifica y el resultado esta a la vista un poema espectacular,felicitaciones Antonio y felicitaciones Adrián,un placer leerlos gracias por compartir,un beso grande.
 

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