DR Jose Roberto Hernandez
Miembro Conocido
Libre
Saca a pasear tu pensamiento, llévalo al circo y hazlo reír, dale una pincelada en la cara y que un mago lo convierta en amor
Saca a volar tus deseos y déjale comida en la puerta para que regrese una vez que se gaste sobre las olas y corriendo en la arena.
Desnúdate la piel y cuélgala a secar para que no se borre nunca el tatuaje con el nombre del amor que siempre esperaste.
Rueda en cualquier ladera envuelto en faldas rotas sin permiso y asegúrate que solo te detengas tras la inercia en la llanura, llena de besos calizos.
Salta al vacío en ese sueño que te da pánico; pero esta vez sonríele a las brisas y siéntate en una nube muy baja para que te poses con la lluvia de la tarde.
Corre sin parar sobre el más verde de los pastos, abre tus brazos y pisa el rocío antes que el suelo deje de ser carroza y se convierta en calabazas.
Exprímete hasta el final el alma para que los murmullos de tu corazón dejen de ser lamentos y la distancia se mida en besos.
Sácate a pasear entonces, date un abrazo en el espejo nublado de porcelana; ése que te miente la belleza; pero que no se rompe aún con una increíble caída.
Vampi
Saca a pasear tu pensamiento, llévalo al circo y hazlo reír, dale una pincelada en la cara y que un mago lo convierta en amor
Saca a volar tus deseos y déjale comida en la puerta para que regrese una vez que se gaste sobre las olas y corriendo en la arena.
Desnúdate la piel y cuélgala a secar para que no se borre nunca el tatuaje con el nombre del amor que siempre esperaste.
Rueda en cualquier ladera envuelto en faldas rotas sin permiso y asegúrate que solo te detengas tras la inercia en la llanura, llena de besos calizos.
Salta al vacío en ese sueño que te da pánico; pero esta vez sonríele a las brisas y siéntate en una nube muy baja para que te poses con la lluvia de la tarde.
Corre sin parar sobre el más verde de los pastos, abre tus brazos y pisa el rocío antes que el suelo deje de ser carroza y se convierta en calabazas.
Exprímete hasta el final el alma para que los murmullos de tu corazón dejen de ser lamentos y la distancia se mida en besos.
Sácate a pasear entonces, date un abrazo en el espejo nublado de porcelana; ése que te miente la belleza; pero que no se rompe aún con una increíble caída.
Vampi