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Lluvia de acentos

Filan

Miembro Conocido
En un día de intenso frío ortográfico, decidió la lluvia de acentos perseguir a algunas simpáticas palabras.

Nogal, ajedrez, alud se salvaron del aguacero, pero no tuvieron la misma suerte aquellas agudas con ilusión en las miradas que buscaban afanosas las estrellas. Así canción, mamá y anís se resfriaron pero no dejaron de componer un blues.

Gran dilema fue para las llanas, porque algunas con sus hiatos confundieron al diluvio. ¡Día, transeúnte y búho no deberían salir sin paraguas! Porque a pesar de escabullirse y maquillarse de vocales, la lluvia las reconoció de inmediato. Astucia sale feliz y queda siempre seca, sin disfrazarse.

Las pobres esdrújulas saben que un chaparrón siempre les cae. Una libélula voló de las páginas climatológicas de un periódico sureño pero finalmente se empapó.

Por último, las palabras más pequeñas que son el desafío del escritor, se quedan haciendo rondas y ellas sí que pueden ver al sol. Pero hay algunas muy graciosas que te invitan a tomar el té y dicen siempre:” el pastel más grande es para mí, no para ti”. Y yo doy fe de su sinceridad porque las vi.

 

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO
En un día de intenso frío ortográfico, decidió la lluvia de acentos perseguir a algunas simpáticas palabras.

Nogal, ajedrez, alud se salvaron del aguacero, pero no tuvieron la misma suerte aquellas agudas con ilusión en las miradas que buscaban afanosas las estrellas. Así canción, mamá y anís se resfriaron pero no dejaron de componer un blues.

Gran dilema fue para las llanas, porque algunas con sus hiatos confundieron al diluvio. ¡Día, transeúnte y búho no deberían salir sin paraguas! Porque a pesar de escabullirse y maquillarse de vocales, la lluvia las reconoció de inmediato. Astucia sale feliz y queda siempre seca, sin disfrazarse.

Las pobres esdrújulas saben que un chaparrón siempre les cae. Una libélula voló de las páginas climatológicas de un periódico sureño pero finalmente se empapó.

Por último, las palabras más pequeñas que son el desafío del escritor, se quedan haciendo rondas y ellas sí que pueden ver al sol. Pero hay algunas muy graciosas que te invitan a tomar el té y dicen siempre:” el pastel más grande es para mí, no para ti”. Y yo doy fe de su sinceridad porque las vi.



Que hermosa prosa Filan es preciosaaaaa,muy bella que linda inventiva y con una gran enseñanza,me encanto amiga,gracias por compartir,un beso grande.
 
Ahhhhh una hermosisima inspiración!!! Una prosa fluida, exquisitamente llevada y con una gran dulzura bella en su interior. FElicitaciones Filan por este exquisito y maravilloso texto, saludos amiga poeta
 

Yan

Miembro Conocido
Una dulzura de tu pluma mi querida Filan. Siempre es un placer disfrutar de tu buen talento. Besos con mucho cariño. Saludos.
 

Cisne

Moderadora del Foro Impresionismo y Expresionismo,
En un día de intenso frío ortográfico, decidió la lluvia de acentos perseguir a algunas simpáticas palabras.

Nogal, ajedrez, alud se salvaron del aguacero, pero no tuvieron la misma suerte aquellas agudas con ilusión en las miradas que buscaban afanosas las estrellas. Así canción, mamá y anís se resfriaron pero no dejaron de componer un blues.

Gran dilema fue para las llanas, porque algunas con sus hiatos confundieron al diluvio. ¡Día, transeúnte y búho no deberían salir sin paraguas! Porque a pesar de escabullirse y maquillarse de vocales, la lluvia las reconoció de inmediato. Astucia sale feliz y queda siempre seca, sin disfrazarse.

Las pobres esdrújulas saben que un chaparrón siempre les cae. Una libélula voló de las páginas climatológicas de un periódico sureño pero finalmente se empapó.

Por último, las palabras más pequeñas que son el desafío del escritor, se quedan haciendo rondas y ellas sí que pueden ver al sol. Pero hay algunas muy graciosas que te invitan a tomar el té y dicen siempre:” el pastel más grande es para mí, no para ti”. Y yo doy fe de su sinceridad porque las vi.



Querida Filan
Qué tierna y hermosa prosa la que nos compartes, te felicito.
Un abrazo grande con todo mi cariño
Ana
 
En un día de intenso frío ortográfico, decidió la lluvia de acentos perseguir a algunas simpáticas palabras.

Nogal, ajedrez, alud se salvaron del aguacero, pero no tuvieron la misma suerte aquellas agudas con ilusión en las miradas que buscaban afanosas las estrellas. Así canción, mamá y anís se resfriaron pero no dejaron de componer un blues.

Gran dilema fue para las llanas, porque algunas con sus hiatos confundieron al diluvio. ¡Día, transeúnte y búho no deberían salir sin paraguas! Porque a pesar de escabullirse y maquillarse de vocales, la lluvia las reconoció de inmediato. Astucia sale feliz y queda siempre seca, sin disfrazarse.

Las pobres esdrújulas saben que un chaparrón siempre les cae. Una libélula voló de las páginas climatológicas de un periódico sureño pero finalmente se empapó.

Por último, las palabras más pequeñas que son el desafío del escritor, se quedan haciendo rondas y ellas sí que pueden ver al sol. Pero hay algunas muy graciosas que te invitan a tomar el té y dicen siempre:” el pastel más grande es para mí, no para ti”. Y yo doy fe de su sinceridad porque las vi.

FILÁN

Tu
LLUVIA DE ACENTOS
son rayos del sol.


Abrazos y besos quiteños,

Guillermo.

 

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