Nolberto Marin
Miembro Conocido
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******
Poco a poco se han perdido
aquellas costumbres sanas
que, cual maltrechas manzanas,
quedaron en el olvido.
Hoy son pocos los señores;
las damas están de viaje,
porque también el linaje
ha perdido sus honores.
Y con loca temperancia
y no quedar rezagada,
la mujer en su avanzada
ha perdido su elegancia.
Muchas usan pantalones
desechando sus vestidos,
que avivaron los sentidos
con sus locas tentaciones.
Y, para colmo de males,
se los ponen bie razgados,
como sombies olvidados
en los campos infernales.
Hasta sus mismas facciones
Mucha veces son postizas:
Por esto se han hecho trizas
añoradas ilusiones.
Y de esos castos amores,
nacidos con devoción,
ya no tienen ocasión:
son breves, como las flores.
Todo quedó en el olvido
de aquel brillante pasado,
que por siempre se ha marchado;
y el mejor que hemos vivido
Recuerdo las navidades;
los hermosos villancicos,
la alegría de los chicos,
y de todas las edades.
El folclor del alumbrado,
era alegre y divertido,
con la música y el ruido;
ahora quedó apagado.
Las nocturnas serenatas
en los floridos balcones,
que embriagaron corazones
de las bellas mojigatas.
En las noches las lunadas,
con música de guitarras,
sin más luz que las cigarras:
ya quedaron olvidadas..
Y ni hablar del matrimonio,
también quedó rezagado:
el velo quedó anulado;
le puso fin el demonio.
.
Hoy su novio es el marido,
y su novia, fiel esposa,
que es lo mismo, y no otra cosa,
que un matrimonio sin ruido.
Y tampoco en los santuarios
se divisan penitentes,
porque ya hasta los creyentes
olvidaron los rosarios.
Mucho menos se confiesan,
de aquel presunto pecado
porque el cura ya ha pasado
por lo mismo que le expresan.
Nolberto Marín Bolívar.
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Poco a poco se han perdido
aquellas costumbres sanas
que, cual maltrechas manzanas,
quedaron en el olvido.
Hoy son pocos los señores;
las damas están de viaje,
porque también el linaje
ha perdido sus honores.
Y con loca temperancia
y no quedar rezagada,
la mujer en su avanzada
ha perdido su elegancia.
Muchas usan pantalones
desechando sus vestidos,
que avivaron los sentidos
con sus locas tentaciones.
Y, para colmo de males,
se los ponen bie razgados,
como sombies olvidados
en los campos infernales.
Hasta sus mismas facciones
Mucha veces son postizas:
Por esto se han hecho trizas
añoradas ilusiones.
Y de esos castos amores,
nacidos con devoción,
ya no tienen ocasión:
son breves, como las flores.
Todo quedó en el olvido
de aquel brillante pasado,
que por siempre se ha marchado;
y el mejor que hemos vivido
Recuerdo las navidades;
los hermosos villancicos,
la alegría de los chicos,
y de todas las edades.
El folclor del alumbrado,
era alegre y divertido,
con la música y el ruido;
ahora quedó apagado.
Las nocturnas serenatas
en los floridos balcones,
que embriagaron corazones
de las bellas mojigatas.
En las noches las lunadas,
con música de guitarras,
sin más luz que las cigarras:
ya quedaron olvidadas..
Y ni hablar del matrimonio,
también quedó rezagado:
el velo quedó anulado;
le puso fin el demonio.
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Hoy su novio es el marido,
y su novia, fiel esposa,
que es lo mismo, y no otra cosa,
que un matrimonio sin ruido.
Y tampoco en los santuarios
se divisan penitentes,
porque ya hasta los creyentes
olvidaron los rosarios.
Mucho menos se confiesan,
de aquel presunto pecado
porque el cura ya ha pasado
por lo mismo que le expresan.
Nolberto Marín Bolívar.