JAVIER TOMAS
Sub Administrador
Mi piel contra tu piel,
como el agua en su lecho,
buscando el cauce del placer
y un sutil gemido en tu pecho.
Que los juncos de mi mano,
como predador al acecho,
va palpando tus frescuras
y tu secreto más estrecho.
Ay mi diosa, mi fortuna,
mi amor bajo la luna,
en mi oído tu boca
me lleva a la locura.
La noche no tiene fin,
y el placer no tiene techo,
no habrá amante más feliz
ni hombre más satisfecho.
Ay mi vida, mi runa,
la dulzura que me acuna,
que me tiene esclavizado
al puerto de su cintura.
como el agua en su lecho,
buscando el cauce del placer
y un sutil gemido en tu pecho.
Que los juncos de mi mano,
como predador al acecho,
va palpando tus frescuras
y tu secreto más estrecho.
Ay mi diosa, mi fortuna,
mi amor bajo la luna,
en mi oído tu boca
me lleva a la locura.
La noche no tiene fin,
y el placer no tiene techo,
no habrá amante más feliz
ni hombre más satisfecho.
Ay mi vida, mi runa,
la dulzura que me acuna,
que me tiene esclavizado
al puerto de su cintura.