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Los días grises

Carmen Cano

Miembro Conocido
Aquellos días pasaron como ese libro que lees demasiado rápido y al intentar recordarlo descubres que tan solo ha quedado en la memoria la sombra de un borrón y cientos de páginas en blanco, " que pérdida de tiempo" te dices, pero bien sabes que no es así, porque esas horas que estuviste sumida en él, te alejaron de la torpeza de adivinar que los días grises anidan en el alma.

Pasa la vorágine y es como una operación a corazón abierto sin anestesia, todo te cae de golpe, las tormentas de palabras centelleando en cada rincón de la mente y deseas sumergirte de nuevo en ese libro y que el recuerdo te evite recordarlo.

Así son los días grises, noches eternas a medio camino entre el sueño y la consciencia, ser sin estar, estar sin ser, sin siquiera poder adivinar en qué punto tu alma te abandonó dejándote a la deriva de la vida.

De repente una sacudida mueve tus cimientos "es tiempo de secar al sol miles de lágrimas vertidas", dijo el poeta, algo en tu interior se revela, el vuelo de una pluma te acaricia sacando así tu alma del letargo... y amanece.
 

Cisne

Moderadora del Foro Impresionismo y Expresionismo,
Aquellos días pasaron como ese libro que lees demasiado rápido y al intentar recordarlo descubres que tan solo ha quedado en la memoria la sombra de un borrón y cientos de páginas en blanco, " que pérdida de tiempo" te dices, pero bien sabes que no es así, porque esas horas que estuviste sumida en él, te alejaron de la torpeza de adivinar que los días grises anidan en el alma.

Pasa la vorágine y es como una operación a corazón abierto sin anestesia, todo te cae de golpe, las tormentas de palabras centelleando en cada rincón de la mente y deseas sumergirte de nuevo en ese libro y que el recuerdo te evite recordarlo.

Así son los días grises, noches eternas a medio camino entre el sueño y la consciencia, ser sin estar, estar sin ser, sin siquiera poder adivinar en qué punto tu alma te abandonó dejándote a la deriva de la vida.

De repente una sacudida mueve tus cimientos "es tiempo de secar al sol miles de lágrimas vertidas", dijo el poeta, algo en tu interior se revela, el vuelo de una pluma te acaricia sacando así tu alma del letargo... y amanece.

Carmen
Después de tantas lágrimas vertidas llega el momento propicio para secarlas al sol y nuevamente llegar al amanecer.
Me ha encantado leerte.
Felicidades
Ana
 

Carmen Cano

Miembro Conocido
Carmen
Después de tantas lágrimas vertidas llega el momento propicio para secarlas al sol y nuevamente llegar al amanecer.
Me ha encantado leerte.
Felicidades
Ana

Gracias Cisne.
No hay noche eterna, aunque a veces lo parezca y al amanecer el gris da paso a una paleta de colores con la que pintar cada nuevo día.

Besos!!
 
Aquellos días pasaron como ese libro que lees demasiado rápido y al intentar recordarlo descubres que tan solo ha quedado en la memoria la sombra de un borrón y cientos de páginas en blanco, " que pérdida de tiempo" te dices, pero bien sabes que no es así, porque esas horas que estuviste sumida en él, te alejaron de la torpeza de adivinar que los días grises anidan en el alma.

Pasa la vorágine y es como una operación a corazón abierto sin anestesia, todo te cae de golpe, las tormentas de palabras centelleando en cada rincón de la mente y deseas sumergirte de nuevo en ese libro y que el recuerdo te evite recordarlo.

Así son los días grises, noches eternas a medio camino entre el sueño y la consciencia, ser sin estar, estar sin ser, sin siquiera poder adivinar en qué punto tu alma te abandonó dejándote a la deriva de la vida.

De repente una sacudida mueve tus cimientos "es tiempo de secar al sol miles de lágrimas vertidas", dijo el poeta, algo en tu interior se revela, el vuelo de una pluma te acaricia sacando así tu alma del letargo... y amanece.
CARMITA

Y mi alma amanece
complacida de leer
el vuelo de tu pluma
y le sacas del letargo.

Abrazos y besos quiteños.

 
Aquellos días pasaron como ese libro que lees demasiado rápido y al intentar recordarlo descubres que tan solo ha quedado en la memoria la sombra de un borrón y cientos de páginas en blanco, " que pérdida de tiempo" te dices, pero bien sabes que no es así, porque esas horas que estuviste sumida en él, te alejaron de la torpeza de adivinar que los días grises anidan en el alma.

Pasa la vorágine y es como una operación a corazón abierto sin anestesia, todo te cae de golpe, las tormentas de palabras centelleando en cada rincón de la mente y deseas sumergirte de nuevo en ese libro y que el recuerdo te evite recordarlo.

Así son los días grises, noches eternas a medio camino entre el sueño y la consciencia, ser sin estar, estar sin ser, sin siquiera poder adivinar en qué punto tu alma te abandonó dejándote a la deriva de la vida.

De repente una sacudida mueve tus cimientos "es tiempo de secar al sol miles de lágrimas vertidas", dijo el poeta, algo en tu interior se revela, el vuelo de una pluma te acaricia sacando así tu alma del letargo... y amanece.


Cuantos días grises que hemos tenido
en nuestras vidas,cuantas tormentas
que hemos soportado con ese mar
de lagrimas que a veces inunda el alma,
pero después de la tormenta sale el sol.
Muy bello poema,Un fuerte abrazo.
 

Carmen Cano

Miembro Conocido
Cuantos días grises que hemos tenido
en nuestras vidas,cuantas tormentas
que hemos soportado con ese mar
de lagrimas que a veces inunda el alma,
pero después de la tormenta sale el sol.
Muy bello poema,Un fuerte abrazo.

Gracias!!... es lo maravilloso de la vida, que no hay noche eterna y siempre amanece, cada día es una página en blanco en la que pintar un nuevo camino.

Saludos!!
 

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