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Los diez mandamientos

Los Mandamientos son diez
Y según la Ley de Dios
debéis respetarlos vos
o en un apuro te vez.
Porque Dios será tu juez
si no cumples el primero,
darle a Dios amor sincero
por sobre todas las cosas,
para perfumar con rosas
su corazón verdadero.

Jamás deberás jurar
en vano su "Santo Nombre"
el segundo, no te asombre;
porque eso te hará pecar.
Trata siempre de buscar
en su infinita bondad
la gracia de libertad
que en él siempre encontrarás
y a su reino llegarás
a encontrar conformidad.

A santificar las fiestas
nos enseñará el tercero
y con un temple de acero
lograremos cumplir estas
cosas en formas de gestas
que el Creador y Redentor
nos las mandó con amor
para darnos vida eterna,
y de una manera tierna
llegar al Sumo Hacedor.

Con mucha gracia y consuelo
habrás de honrar a tu padre,
igual será con tu madre
para así llegar al Cielo.
Así lo haces en tu suelo
reza el cuarto mandamiento,
padre y madre son sustento
del amor aquí en la tierra,
donde el humano se aferra
y busca sus sentimientos.

"No se debe de matar"
es el qunto, y eso dice;
porque Dios nunca bendice
a quien le gusta pecar.
La vida debes amar
sea la propia o la ajena,
la vida es herencia buena
que nos legó el Redentor,
si se quita da dolor
y a todos llena de pena.

Tener una unión carnal
no dentro del matrimonio,
es un hecho que el demonio
te dará para tu mal.
Y si como un criminal
sin razón y sin pretexto
llegas a violar el sexto
que dice: -no fornicar-
¿cómo podrás explicar
eso que nos dice el texto?

En el séptimo, no hurtar
nos lo indica muy claro
para ser hombre preclaro
y muy digno de alabar.
Esto debes recordar
para lograr conseguir
gloria para tu existir,
misericordia y piedad,
la gracia y la santidad
de aquel que te dio el vivir.

Profunda meditación
el octavo nos va dando
y al rato estamos buscando
sus reglas de observación.
Llegando a la reflexión
de no levantar al rato
un testimonio barato
que es falso y al rato gira
y se convierte en mentira
que para Dios no es muy grato.

Así como Dios amó
al mundo y su libertad,
así un amor de verdad
en el noveno nos dio.
Y por eso te llamó
para a tu mujer amar,
pero jamás a desear
del prójimo su mujer,
Dios te dio para el querer
hijos, esposa y su altar.

El Demonio tentó a Dios
y él se negó a esas cosas,
y si en el décimo posas
tu vista, leerás dos
situaciones que entre nos
debemos tener por buenas;
Pues aunque suframos penas,
estrecheces y pesar,
no se deben codiciar
nunca las cosas ajenas.


6/07/2014
Ysidro Parra-Venezuela
Reservados Derechos de Autor.
 
Última edición:

Tony_Drüms

Miembro Conocido
Los Mandamientos son diez
Y según la Ley de Dios
debéis respetarlos vos
o en un apuro te vez.
Porque Dios será tu juez
si no cumples el primero,
darle a Dios amor sincero
por sobre todas las cosas,
para perfumar con rosas
su corazón verdadero.

Jamás deberás jurar
en vano su "Santo Nombre"
el segundo, no te asombre;
porque eso te hará pecar.
Trata siempre de buscar
en su infinita bondad
la gracia de libertad
que en él siempre encontrarás
y a su reino llegarás
a encontrar conformidad.

A santificar las fiestas
nos enseñará el tercero
y con un temple de acero
lograremos cumplir estas
cosas en formas de gestas
que el Creador y Redentor
nos las mandó con amor
para darnos vida eterna,
y de una manera tierna
llegar al Sumo Hacedor.

Con mucha gracia y consuelo
habrás de honrar a tu padre,
igual será con tu madre
para así llegar al Cielo.
Así lo haces en tu suelo
reza el cuarto mandamiento,
padre y madre son sustento
del amor aquí en la tierra,
donde el humano se aferra
y busca sus sentimientos.

"No se debe de matar"
es el qunto, y eso dice;
porque Dios nunca bendice
a quien le gusta pecar.
La vida debes amar
sea la propia o la ajena,
la vida es herencia buena
que nos legó el Redentor,
si se quita da dolor
y a todos llena de pena.

Tener una unión carnal
no dentro del matrimonio,
es un hecho que el demonio
te dará para tu mal.
Y si como un criminal
sin razón y sin pretexto
llegas a violar el sexto
que dice: -no fornicar-
¿cómo podrás explicar
eso que nos dice el texto?

En el séptimo, no hurtar
nos lo indica muy claro
para ser hombre preclaro
y muy digno de alabar.
Esto debes recordar
para lograr coneguir
gloria para tu existir,
misericordia y piedad,
la gracia y la santidad
de aquel que te dio el vivir.

Profunda meditación
el octavo nos va dando
y al rato estamos buscando
sus reglas de observación.
Llegando a la reflexión
de no levantar al rato
un testimonio barato
que es falso y al rato gira
y se convierte en mentira
que para Dios no es muy grato.

Así como Dios amó
al mundo y su libertad,
así un amor de verdad
en el noveno nos dio.
Y por eso te llamó
para a tu mujer amar,
pero jamás a desear
del prójimo su mujer,
Dios te dio para el querer
hijos, esposa y su altar.

El Demonio tentó a Dios
y él se negó a esas cosas,
y si en el décimo posas
tu vista, leerás dos
situaciones que entre nos
debemos tener por buenas;
Pues aunque suframos penas,
estrecheces y pesar,
no se deben codiciar
nunca las cosas ajenas.
Original manera de interpretar en poesía los diez mandamientos estimado Iisidro. Yo lo felicito. Un trabajo plausible. Le aplaude, este poeta No poeta, Tony.
 

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