Edith Elvira Colqui Rojas
Miembro Conocido
Madre, te sacara de la tumba, de la tierra,
y tus polvos besara,
una y otra vez...
Madre, cuánto yo diera,
por escuchar tu voz de agua clara,
en mis vergeles, otra vez.
Por ver, tus ojitos estrellas,
por tocar tus cabellos blancos,
por besar tu frente suave,
por sentir, nuevamente,
una caricia de tus manos, panes dulces.
¡Oh ,madre!
Le he pedido al buen Dios en el sagrario,
llevarme pronto, a tu lado,
pues aquí la vida sin ti,
es hielo frío,
primavera sin sol;
constantes cardenales de llantos
y soledades que asesinan mi paz.
¡Nadie me ama como tú!
Madre, ahora enciendo un cirio,
que ilumina mi cuarto,
como tú antaño
iluminabas:
mis paso infantiles,
mis desvaríos juveniles,
y mis caminos maduros.
Tus sellos de ternura
Permanecen impávidos, imborrables
de los castillos profundos de mi ser.
Me consuelan de mi cuitas,
tus retratos añejos,
y el dulce recuerdo, de tus largas ofrendas de amor.
Madre santa,
Nunca, jamás, te olvidaré.
Eres mi gran sol.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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