Materia orgánica en movimiento

[Encarna Romero]

Materia orgánica en movimiento


Apresurados hombres
que cruzan anchas calles
luciendo sus negros trajes.

Elegantes mujeres
que se bambolean
sobre tacones de vértigo
y vestidos de Carolina Herrera.

Sudados hombres
que gritan en el Mercado
el nombre y el precio
de todo tipo de pescado.

Alegres niños
que juegan distraídos
en las redondas plazas
de las bulliciosas ciudades.

Agónicos pájaros
en sus plateadas jaulas,
que han desaprendido a volar.

Cabizbajos poetas,
tristes y desilusionados,
que han perdido la motivación
en medio de la ciencia y la razón.

Ahogados gritos
en el fondo de la garganta:
ecos que no se repiten jamás.

Desesperados pensamientos
que se pierden en la nada
de la gran Metrópolis.

Ansiosos hombres
en la eterna búsqueda
de su inencontrable Norte.


Encarna Romero (España - 10/2013)
derechos reservados de autor
imagen: shibuya


​

 

[Clavel]

Materia orgánica en movimiento


Apresurados hombres
que cruzan anchas calles
luciendo sus negros trajes.

Elegantes mujeres
que se bambolean
sobre tacones de vértigo
y vestidos de Carolina Herrera.

Sudados hombres
que gritan en el Mercado
el nombre y el precio
de todo tipo de pescado.

Alegres niños
que juegan distraídos
en las redondas plazas
de las bulliciosas ciudades.

Agónicos pájaros
en sus plateadas jaulas,
que han desaprendido a volar.

Cabizbajos poetas,
tristes y desilusionados,
que han perdido la motivación
en medio de la ciencia y la razón.

Ahogados gritos
en el fondo de la garganta:
ecos que no se repiten jamás.

Desesperados pensamientos
que se pierden en la nada
de la gran Metrópolis.

Ansiosos hombres
en la eterna búsqueda
de su inencontrable Norte.






Encarna Romero (España - 10/2013)
derechos reservados de autor
imagen: shibuya


Ver el archivo adjunto 1721​

Triste realidad que nos rodea,la gente se ha olvidado de la naturaleza y para poder tener un poquito de ella encerramos a los pajarillos ,les quitamos el derecho a volar y ponemos unas plantas en macetones y nos creemos grandes naturistas mientras somos absorbidos por el cemento de la urbe,muy reflexivo este poema y muy bello trasmites mucho a través de vuestras letras,me encanto leerte,un abrazo.

 

[gonzalo]

bellísimo encarna
la vida del hombre es no darle importancia a su entorno
es un placer leerte

 

[Encarna Romero]

​Es la realidad que vivimos en las grandes ciudades. Un abrazo, Clavel.

 

[Encarna Romero]

Gracias, Gonzalo. Esa es la experiencia que nos toca vivir por el momento. Un abrazo.

 

[Caballero de los Geranios]

Materia orgánica en movimiento


Apresurados hombres
que cruzan anchas calles
luciendo sus negros trajes.

Elegantes mujeres
que se bambolean
sobre tacones de vértigo
y vestidos de Carolina Herrera.

Sudados hombres
que gritan en el Mercado
el nombre y el precio
de todo tipo de pescado.

Alegres niños
que juegan distraídos
en las redondas plazas
de las bulliciosas ciudades.

Agónicos pájaros
en sus plateadas jaulas,
que han desaprendido a volar.

Cabizbajos poetas,
tristes y desilusionados,
que han perdido la motivación
en medio de la ciencia y la razón.

Ahogados gritos
en el fondo de la garganta:
ecos que no se repiten jamás.

Desesperados pensamientos
que se pierden en la nada
de la gran Metrópolis.

Ansiosos hombres
en la eterna búsqueda
de su inencontrable Norte.


Encarna Romero (España - 10/2013)
derechos reservados de autor
imagen: shibuya


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​

ENCARNA

¡Qué título más original!

¡Cómo relatas poéticamente
el diario trajinar!
...sin esperanzas.

Saludos cordiales.

Guillermo.
​

 

[SANDRA BLANCO]

Materia orgánica en movimiento


Apresurados hombres
que cruzan anchas calles
luciendo sus negros trajes.

Elegantes mujeres
que se bambolean
sobre tacones de vértigo
y vestidos de Carolina Herrera.

Sudados hombres
que gritan en el Mercado
el nombre y el precio
de todo tipo de pescado.

Alegres niños
que juegan distraídos
en las redondas plazas
de las bulliciosas ciudades.

Agónicos pájaros
en sus plateadas jaulas,
que han desaprendido a volar.

Cabizbajos poetas,
tristes y desilusionados,
que han perdido la motivación
en medio de la ciencia y la razón.

Ahogados gritos
en el fondo de la garganta:
ecos que no se repiten jamás.

Desesperados pensamientos
que se pierden en la nada
de la gran Metrópolis.

Ansiosos hombres
en la eterna búsqueda
de su inencontrable Norte.


Encarna Romero (España - 10/2013)
derechos reservados de autor
imagen: shibuya


Ver el archivo adjunto 1721​

Encarna como describes estas junglas de cemento que atrapan al hombre como al pajarito que se olvido de volar ,en donde todo es vorágine y consumismo ,en donde los sentimientos tantas veces quedan de lado dando lugar a vértigo del vivir apurados,un bello poema y muy reflexivo,gracias por compartir,un beso grande.

 

[JAVIER TOMAS]

Una interesante reflexión Encarna.
Me parece muy cierta.
Mis felicitaciones.
Un beso

 

[Encarna Romero]

​Un saludo, Guillermo.

 

[Encarna Romero]

Es verdad, Sandra. Es esta jungla de cemento que nos agobia, pero que también nos sirve de tema de inspiración.

 

[Encarna Romero]

​Gracias, Javier. Un abrazo.