Colibrí
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MI AMIGO, MI AMANTE
(confesiones sin escándalo)
Vuelve el tiempo de las frutillas
de los limones dulces y de las mandarinas
y junto a ellos viene el recuerdo
de nuestros primeros pasos en la poesía.
(Si alguien me viera ahora se preguntaría el porqué de mi sonrisa).
Recuerdo como se encontró mi soledad con tu lujuria
y cómo ganaste espacio en mis horas
(¿recuerdas que adorabas mi nariz y yo me extasiaba en tus ojos claros?)
¡cómo conciliamos dos cosas tan extrañas!
dos sentimientos tan distantes entre las sábanas.
Debe ser el día un tanto gris
el café recién filtrado,
o tal vez simplemente son las ganas de ventilar en una poesía
que en un punto del calendario coincidimos los dos.
La memoria suele engañarse cuando pasan los años
pero hay cosas innegables:
lo que sentimos se desgastó
y en horizontes diferentes creímos encontrar “el amor”
Me marché en pos de unos geranios
y tú en pos de unos tacos mexicanos,
(¿amor? ¿alucinación? ¿estupidez?)
Fuimos líneas paralelas
cada quien enfocado en la conquista,
cada quien alucinado por un cúmulo de poesías
que nos bañaban el alma de mentiras…
En algún instante
en una de esas vueltas de la vida
estuvimos de regreso,
ambos con las manos vacías
decepcionados y vencidos
buscamos el consuelo
saciando entre las sábanas
las soledades de los dos.
Después
vino un adiós despacito;
sin penas, ni glorias
nos dejamos ir a besos lentos
y una larga línea en puntos suspensivos nos hicimos los dos
No te extraño,
no te amo,
no te necesito
(ahora tengo el corazón enamorado
Y tú, por lo que sé estás casado)
Pero hoy que es tiempo de mandarinas,
de frutillas, de limones, de café recién filtrado,
creo que alguna vez mereces estar en una poesía
tal vez como el gato de los ojos claros
aquel que alguna vez
escaló por mi tejado
y que en una porción de mi pasado
fue mi amigo, mi amante y un dulce pecado .
Colibrí
10/06/16
(confesiones sin escándalo)
Vuelve el tiempo de las frutillas
de los limones dulces y de las mandarinas
y junto a ellos viene el recuerdo
de nuestros primeros pasos en la poesía.
(Si alguien me viera ahora se preguntaría el porqué de mi sonrisa).
Recuerdo como se encontró mi soledad con tu lujuria
y cómo ganaste espacio en mis horas
(¿recuerdas que adorabas mi nariz y yo me extasiaba en tus ojos claros?)
¡cómo conciliamos dos cosas tan extrañas!
dos sentimientos tan distantes entre las sábanas.
Debe ser el día un tanto gris
el café recién filtrado,
o tal vez simplemente son las ganas de ventilar en una poesía
que en un punto del calendario coincidimos los dos.
La memoria suele engañarse cuando pasan los años
pero hay cosas innegables:
lo que sentimos se desgastó
y en horizontes diferentes creímos encontrar “el amor”
Me marché en pos de unos geranios
y tú en pos de unos tacos mexicanos,
(¿amor? ¿alucinación? ¿estupidez?)
Fuimos líneas paralelas
cada quien enfocado en la conquista,
cada quien alucinado por un cúmulo de poesías
que nos bañaban el alma de mentiras…
En algún instante
en una de esas vueltas de la vida
estuvimos de regreso,
ambos con las manos vacías
decepcionados y vencidos
buscamos el consuelo
saciando entre las sábanas
las soledades de los dos.
Después
vino un adiós despacito;
sin penas, ni glorias
nos dejamos ir a besos lentos
y una larga línea en puntos suspensivos nos hicimos los dos
No te extraño,
no te amo,
no te necesito
(ahora tengo el corazón enamorado
Y tú, por lo que sé estás casado)
Pero hoy que es tiempo de mandarinas,
de frutillas, de limones, de café recién filtrado,
creo que alguna vez mereces estar en una poesía
tal vez como el gato de los ojos claros
aquel que alguna vez
escaló por mi tejado
y que en una porción de mi pasado
fue mi amigo, mi amante y un dulce pecado .
Colibrí
10/06/16
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