Eres el sol de mis noches
y la sombra de mis días,
quien enciende mi ilusión
el bálsamo de mis heridas,
la guinda de mi pastel
y el postre, de mi vida.
Alumbras mis mejores sueños
calmas esas venturas perdidas;
las que nunca tuvieron dueños
pero en su espera, vencidas.
Y yo, mientras…
saboreo en cuchara pequeña
a pellizcos alejados y lentos
los deseos, de quien es dueña
de la guinda, en el culmen
de la pasión y mis alientos.
y la sombra de mis días,
quien enciende mi ilusión
el bálsamo de mis heridas,
la guinda de mi pastel
y el postre, de mi vida.
Alumbras mis mejores sueños
calmas esas venturas perdidas;
las que nunca tuvieron dueños
pero en su espera, vencidas.
Y yo, mientras…
saboreo en cuchara pequeña
a pellizcos alejados y lentos
los deseos, de quien es dueña
de la guinda, en el culmen
de la pasión y mis alientos.