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Mi Viejo






A mi viejo unos versos quiero escribir.
Sé que son pocas las letras
de una hoja para poder decir,
tantas cosas buenas por recordar.


Desciñe mis dedos, ponte detrás,
como de niño me enseñaste
a ver la vida sin titubear.


El mejor maestro,
en mí sembraste trigo
y oro he de cosechar;
ofreciste educación, ejemplo, esperanza,
valores, señales, amor a ultranza.


Pasó tanto y es tan reciente,
se fueron los años como agua entre los dedos,
todo aparece, ni tu sombra está escondida.


Siempre de tu mano me diste seguridad,
casi sin palabras, de mucho saber,
aprendí de tu silencio, de tu forma de ser,
de tu bonhomía, de tu tierno mirar,
de tu andar sereno a caminar.


En tierras áridas y desiertos
fuiste rojo clavel, oasis salvador
agua pura, cristalina, elixir abierto,
que calma la sed, que calma el calor.


Un día partiste de viaje,
dormido, inconsciente, flotando
y sin prisa, sin cuerpo, sin equipaje.


Me quedé solo, esperando…
Pero regresaste cada día en mis sueños,
mi alma, mi interior y mi mente,
pasado feliz y que siempre te añora,
te quiero y mi corazón no miente.


En mi recuerdo estás y el amor aflora.


Andresnor


Todos los derechos de autor reservados.
11/09/15.
 

Adjuntos

SANDRA BLANCO

Administradora - JURADO





A mi viejo unos versos quiero escribir.
Sé que son pocas las letras
de una hoja para poder decir,
tantas cosas buenas por recordar.


Desciñe mis dedos, ponte detrás,
como de niño me enseñaste
a ver la vida sin titubear.


El mejor maestro,
en mí sembraste trigo
y oro he de cosechar;
ofreciste educación, ejemplo, esperanza,
valores, señales, amor a ultranza.


Pasó tanto y es tan reciente,
se fueron los años como agua entre los dedos,
todo aparece, ni tu sombra está escondida.


Siempre de tu mano me diste seguridad,
casi sin palabras, de mucho saber,
aprendí de tu silencio, de tu forma de ser,
de tu bonhomía, de tu tierno mirar,
de tu andar sereno a caminar.


En tierras áridas y desiertos
fuiste rojo clavel, oasis salvador
agua pura, cristalina, elixir abierto,
que calma la sed, que calma el calor.


Un día partiste de viaje,
dormido, inconsciente, flotando
y sin prisa, sin cuerpo, sin equipaje.


Me quedé solo, esperando…
Pero regresaste cada día en mis sueños,
mi alma, mi interior y mi mente,
pasado feliz y que siempre te añora,
te quiero y mi corazón no miente.


En mi recuerdo estás y el amor aflora.


Andresnor


Todos los derechos de autor reservados.
11/09/15.

Que bonito poema colmado de bellos recuerdos de ese ser tan querido y tan especial ,un poema que lleva mucho sentimiento,preciosos versos,un gusto leerte,gracias por compartir,un beso grande.
 

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